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Pronto, Sacudió y Cambiará al Transporte en Tlaxcala

El anuncio formal de inicio de operaciones del servicio de transporte personal, familiar o grupal, denominado “Pronto”, ha sacudido a la opinión pública y a parte de la sociedad de Tlaxcala. La sacudida es buena, porque hará saltar viejos polvos en el transporte público de pasajeros de la entidad.

Mueven a risa las expresiones de rechazo al servicio de “Pronto”, por parte de líderes de la coordinadora estatal del transporte público de pasajeros, al tildar de delincuentes a los jóvenes emprendedores y autoerigirse en “defensores de la Ley”. Seguramente, más de uno habrá dicho: “Mira, quiénes lo dicen”. Otros más, habrán expresado: “Están escupiendo al cielo”.

Y es que es del dominio público, que los líderes de la coordinadora estatal del transporte público de pasajeros, no se caracterizan precisamente por ser gente de Ley, pero tampoco me atrevería a decir que son delincuentes, son, simplemente, negociantes y así se han movido “en el negocio del transporte”.

El asunto es que ya los rebasó la modernidad y desde luego, la globalización. El amplio rechazo de usuarios del transporte público expresado en las redes sociales, a los líderes de la coordinadora estatal del transporte público de pasajeros y su apoyo y bienvenida al servicio que brinda “Pronto”, es un indicador contundente de que el usuario tlaxcalteca del transporte público, desea y merece un transporte digno y moderno.

La verdad es que quienes dieron a conocer la iniciativa empresarial “Pronto”, están haciendo las cosas bien, pues están dando la cara y anunciando a los cuatro vientos, su concepto empresarial.

Dicho lo anterior, en tanto ya hay servicios similares a “Pronto” en la entidad que están operando, sin haber hecho una presentación formal de sus servicios, seguramente porque se imaginaron que “iba a arder Troya”.  Desde luego, todo mundo sabe también, de la existencia del servicio no regulado de mototaxis, en varios municipios de la entidad.

Por ello, en la anterior colaboración señalé: “Es necesario, si queremos que el turismo se convierta en Tlaxcala en un polo de desarrollo y progreso económico, que se abra el transporte público local a la competencia y que no haya límites a la participación de cualquier modalidad en el servicio de transporte de pasajeros, cuidando la seguridad del pasajero y la sustentabilidad de los vehículos de cualquier tipo, estableciendo efectivamente y sin dilación, los 10 años de antigüedad en los vehículos automotores.”

Que no haya límites a la participación de cualquier modalidad en el servicio de transporte de pasajeros. Tal necesidad es urgente para Tlaxcala. La Ley de Comunicaciones y Transportes de la entidad, es excesivamente limitativa, de ahí que la “Miscelánea de obstáculos regulatorios a la competencia: análisis de la normativa estatal”, realizado por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), haya concluido que Tlaxcala tiene barreras legales para la concurrencia y para la competencia.

Está comprobado, a mayor concurrencia, más y mejor competencia, a mayor competencia, precios y tarifas menores y calidad en el servicio, para los usuarios.

Como también está comprobado, que cuando el servicio, como en el caso que nos ocupa, lo ofrecen pocos, el servicio es malo y caro. En una palabra, hacen lo que quieren, como quieren, a la hora que quieren y todavía se dan el lujo de cobrar también, lo que quieren. El usuario, que es el que paga, ni en cuenta ni cuenta, se tiene que resignar, a lo que le den y todavía a pagar, lo que le cobren.

Independientemente de que Tlaxcala, su gente, la gente que visita Tlaxcala, necesita otros tipos y modalidades de transporte, la Suprema Corte de Justicia ya determinó que el servicio que da Uber es diferente al que proveen los taxis.

Haber resuelto a favor de Uber tal determinación, misma que alcanzaría a “Pronto”, si fuera necesario, establece una distinción jurídica esencial para el caso, pues el tribunal consideró, que en el caso del servicio tradicional, se otorga una concesión y en el caso del servicio mediante plataforma, se otorga un permiso.

Y en tanto se realiza la reforma a la Ley de Comunicaciones y Transportes, ésta, ya contempla la figura del “Permiso”, por un mes, renovable cada mes. Tal facultad que tiene el Ejecutivo estatal, podría aplicar para el caso de “Pronto” y demás servicios que ya están operando, pero que no están regulados.

Los líderes de la coordinadora estatal del transporte público de pasajeros, en lugar de chantajear con paralizar al estado, deberían empezar por cumplir la Ley y todos los transportistas de la entidad, modernizar sus unidades, su servicio, terminales y empezar a ver su giro económico, desde la óptica de empresarios, no de negociantes. En una palabra, ver al futuro, no al pasado.

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