El PRI ha muerto. ¡Viva Del Moral!

Para Manuel Cambrón

 

Sin novedad. En Edomex, Delfina adelanta 9 puntos a Alejandra; pero en Coahuila, Manolo más de 30 a Guadiana. Glosa: las encuestas describieron aceptablemente los posicionamientos.

No hubo pues sorpresa. Desde una perspectiva democrática ayer ganó MORENA porque se llevó el premio gordo; aunque también ganó la oposición al aplastar en Coahuila a la aplanadora gubernamental. Sobre todo ganamos los ciudadanos y la democracia, merced a que al filo de la medianoche Alejandra del Moral felicitó “a la maestra Delfina Gómez Álvarez, próxima gobernadora del Estado de México”.

Contrasta dicha actitud de Alejandra con el pataleo absurdo de Guadiana. Aunque pierde por un dígito, ella eligió admitir su derrota en vez de hacerse la víctima, consideró inútil un recuento voto por voto y tampoco se le ocurrió hacer un plantón en Reforma. El apabullado en las urnas, en cambio, se atrevió a denunciar una dizque elección de Estado…

Mejor aún: si la elección de ayer fue antesala del 2024, entonces la presidencial está en el aire. MORENA ganó por un dígito solamente y le dieron una paliza en Coahuila. Siempre será bueno para la democracia que haya juego, opciones competitivas, pelea.

Hay otras lecciones básicas de los comicios de ayer.

Una: MORENA sufre sin el apoyo de sus aliados PT y PVEM. De lo cual se deduce que neocomunistas y verdes podrán vender más caro su amor en la próxima cita.

Dos: aún hay esperanza para el PRI… si se condujera como anoche Del Moral. Conserva dos gubernaturas, Durango y Coahuila; y agrega a su historieta de picardías el ejemplo de gallardía, civilidad y buena fe dado por Alejandra en la hora triste de su derrota.

Ambas lecciones atañen a la democracia que México ha podido construir y por supuesto a la sucesión presidencial en curso. A la democracia genuina, porque Del Moral demostró que el andamiaje axiológico indispensable a tal forma de gobierno no está perdido del todo. Hay esperanza.

Y a la sucesión presidencial, porque para ganar el favorito MORENA queda obligado a seleccionar impecablemente a su candidato y a negociar con los aliados. Ambos factores serán cruciales.

Por una parte, los resultados de ayer merman la voluntad del presidente de México de designar a dedo una sucesora. Acotan su margen de error, esto es, la posibilidad de designar a Claudia Sheinbaum. Ahora una arbitrariedad podría resultar fatal. López Obrador necesita más que nunca a las “corcholatas” Ebrard y Monreal, además de Noroña.

Encara tres puntos de ruptura. Si osara imponer al antipático Adán Augusto, jugaría con fuego.

Por otra parte están los aliados exhibidos en Coahuila. Al sacrificar para beneficiar a MORENA, a sus candidatos Ricardo Mejía y Lenin Pérez (hijo de Evaristo Pérez Arreola), las nomenclaturas del PT y el Verde se quedaron solas. En efecto, los candidatos sacrificados juntaron prácticamente la misma votación que Armando Guadiana. Nadie peló las declinaciones.

Tremendo oso por inútil, chafa y feo (la estética importa a la simbología democrática).

Empero aun desnudos, los rojos y los verdes valen hoy más que ayer. Subieron de precio debido a la paliza propinada a MORENA por la coalición PRI-PAN-PRD en Coahuila y al menguado triunfo en Edomex. Y también, porque a la esperanza de esa victoria mínima suman los opositores el aporte ético y moral de Alejandra del Moral.

Así las cosas la forma de selección del candidato será crucial. ¿Da una sola encuesta para seleccionar a un candidato? No, hay que hacer varias encuestas-espejo y aún se corre el riesgo mayúsculo de que no coincidan en el ganador. Menudo lío.

En este momento, traspasada ya la antesala del ’24, una ventaja de MORENA podría residir en la turbia selección de candidato presidencial puesta en marcha por las dirigencias del PAN y el PRI. Las ambiciones de Creel y “Alito”.

Para ser viable, la alianza Va por México tiene bajo la manga un as que las nomenclaturas opositoras quien sabe si quieran utilizar: una selección libre, pareja y limpia de candidato. Así como se hace en las democracias maduras, por ejemplo en los Estados Unidos.

El contraste con MORENA se haría evidente. Acaso sería un factor decisivo…

¡En sus marcas! La elección presidencial de 2024 ha comenzado y promete grandes emociones.

COHETERÍA

Nada tan caro al hombre como el libre albedrío,

y nada, también, que le haga sufrir tanto.

¿CRISIS DEMOCRÁTICA?

Son síntomas de nadie sabe qué (aquí comienza la discrepancia).

Lo mismo políticos que académicos y filósofos banqueteros, todos coincidimos en la identificación de algunas señales: “populismo”, “polarización”, “desencanto con la democracia constitucional”, “decadencia de Occidente”, “pérdida del andamiaje axiológico”, “crisis de la modernidad”.

Mas ¿qué nos decimos: cómo tener ninguna certeza si a cada paso cambian también las palabras de significado? ¿De qué hablamos con expresiones de fin de mundo: escatologías verbalizadas, apocalipsis inminentes, misas fúnebres, réquiems sin cuerpo?

¿Dónde estamos y a donde queremos ir -si algo quisiéramos?

¿Será la naturaleza de la libertad el pender siempre de alfileres?