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Sin Inversión y sin Crecimiento, no hay Bienestar
El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a evitar una guerra comercial porque eso afecta a todas las economías del mundo (Síntesis. 7.08.19).
Señaló: “Hago un llamado a que se dialogue,… se tiene que buscar el arreglo, la conciliación… es importante que… se analice, de cómo en vez de ir a la confrontación… se buscó el acuerdo” (ibid), refiriéndose a las relaciones entre México y Estados Unidos y remató: “un jefe de nación tiene que actuar con responsabilidad y con prudencia. Y hacer lo que más conviene al interés general.” (ibid)
El mensaje del presidente, aplica totalmente para la política interior, para su propio país, hacia adentro. Él mismo ha dicho que la mejor política exterior, es la política interior, luego entonces, aplica.
Arturo Herrera, secretario de Hacienda, ha sido muy claro en señalar que no es el momento de que el Banco de México, además de controlar la inflación, procure crecimiento económico. Señala un aspecto fundamental, que se pasa por alto, como ocurre con la incipiente democracia mexicana, que: “… el Banco de México ha gozado de autonomía relativamente poco tiempo y es necesario lograr una economía más madura, con menos desigualdad, para después abrir un debate al respecto… tenemos que seguir respetando la autonomía del Banco de México, tenemos que seguir respetando su mandato, es muy útil a la economía porque ayuda a anclar las expectativas de inflación a niveles más bajos.” (Expansión. 5.08.19)
Fue en 1994, cuando el Banco de México obtuvo su autonomía. Lo que fuera el Instituto Federal Electoral (IFE), fue también apenas en 1996, cuando logró su autonomía, por lo que ahora el INE, junto con el Banco de México, como órganos autónomos, son muy jóvenes, por no decir que niños, que están dando apenas sus primeros pasos. Por eso el secretario de Hacienda es muy acertado al decir del Banco de México, que se requiere contar con una economía más madura, con menos desigualdad, para abrir la posibilidad de darle otra tarea.
También olvidamos, que no tiene mucho que pudimos, como economía nacional, salir de los ciclos viciosos de inflación-devaluación, que generaron tanta pobreza en México, gestada precisamente durante los años 70´s, que continuó durante los años 80´s y que en los 90´s, obligó a quitarle tres ceros al peso (1993), pasando un billete de a mil pesos, a ser solo de un peso. ¡Así estaban las cosas en México!
Precisamente por ello en 1994, el Banco de México obtiene su autonomía y recibe el mandato constitucional de controlar la inflación. Esta es la cuestión en estos momentos en México. No podemos retroceder a esos años de devaluación-inflación, por lo que no es buena señal la pretensión de legislar, para darle otro mandato más, al Banco de México. Hay que darle tiempo para que consolide el control de la inflación, pues si hay algo que empobrece y empobrece aún más a los más pobres, valga tanta redundancia, es precisamente, la inflación.
Como lo dice el presidente, se tiene que actuar con responsabilidad y con prudencia. Aquí es donde juegan un papel decisivo, el Congreso de la Unión y desde luego, los poderes legislativos de las entidades federativas del país.
Cualquier iniciativa que aprueben, cualquier reforma, como la que está en éstos momentos a discusión todavía en una de las cámaras, como la Ley de Extinción de Dominio, cuyos artículos 227 y 228, son un atentado, no solo contra el derecho de propiedad, sino contra los derechos y derechos humanos de propietarios adultos mayores y mujeres, que seguramente no cuentan con los recursos económicos, para litigar la defensa de su propiedad, en un momento dado.
Así como otras iniciativas que han sido anunciadas, que analicen primero los legisladores y legisladoras, si favorecen a la inversión, adelante; si no favorecen la inversión, sacarla ya de la agenda legislativa, con eso se mandará una señal firme de que México, es tierra fértil y segura para las inversiones.
Si el propósito de la 4T, es el Bienestar, éste requiere para ser posible, que haya siempre mayores inversiones, públicas (aquí es donde se debe evitar que la austeridad, desemboque en austericidio) y privadas, nacionales y extranjeras, éstas últimas, para pesar de Manuel Bartlett y de Rocío Nahle, son necesarias en México, en China y en Cuba, bueno, hasta en Estados Unidos. En todo el mundo.
Es experiencia histórica probada: a mayor inversión, mayor crecimiento y mayor desarrollo. El bienestar será resultado de las políticas fiscales y monetarias que aplique el gobierno en turno.