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#Movilidad Tlaxcala, ¿Apuesta al Pasado?
Desconozco la iniciativa de ley o de reforma, que fue desechada por el Congreso del Estado de Tlaxcala la semana pasada, ante la “presión” de los transportistas del servicio público urbano y suburbano de pasajeros. Por tal motivo, las presentes reflexiones sobre el tema, apuntan, como ya lo hemos hecho en colaboraciones anteriores, a hacer ver, a todas y todos los involucrados en la materia, pero sobretodo, en función de las y los usuarios del transporte público de pasajeros, quienes son finalmente los que pagan y sostienen dicho servicio.
Servicio de pasajeros que por cierto es público, concesionado a particulares, que han hecho de él, un monopolio. A éstas alturas, mantener y defender monopolios, es lo más antieconómico que hay en cualquier parte del mundo, incluyendo Cuba.
Me sigue pareciendo una contradicción muy nuestra, muy “mexicana”, pretender hacer creer a las y los demás, que un monopolio es mejor que la competencia entre más de dos productores y prestadores de servicios, porque tal pretensión, ya ni siquiera en Cuba se sostiene. Cuba está abriendo su economía. Bueno, ya hasta nos ganó en materia de petróleo, ellos llevan muchos años ya, con inversiones privadas extranjeras en su producción.
Por lo que en el caso del transporte público de pasajeros, sería sumamente miope, por decir lo menos, dejar las cosas como están, porque sería mantener en el atraso a Tlaxcala y condenarlo a no crecer.
Es muy simple. Estamos ya en el siglo XXI. Pretender que nada cambie, que todo siga igual en materia de transporte, es no insertar a Tlaxcala en la gran oportunidad de colocarse, por su ubicación geográfica, en uno de los nodos logísticos más importantes, no solo del país, sino de los países de América del Norte, de Centroamérica y del Pacífico.
Pero para que eso pueda ser posible, requiere contar con un transporte de pasajeros y de carga, más rápido, seguro, confiable y bueno. El Banco Mundial prevé para 2030, que el tráfico alcanzará los 80 mil millones de pasajeros-kilómetros. 50 por ciento más, que el tráfico mundial en estos momentos y el tráfico de carga crecerá 70 por ciento.
El transporte es un soporte decisivo en todo proceso de desarrollo y crecimiento económico y social. Los paisajes en cualquier parte del mundo, no mienten: caminos de terracería, siempre están en núcleos de población poco desarrollados y con escaso o nulo crecimiento económico. Donde quiera que se hallen y tejan las carreteras pavimentadas, a sus lados y en los puntos de destino, forzosamente se dan los cambios en materia económica y social.
Ha faltado que el Estado esté presente ahí, para regular y estimular aún más, dicho crecimiento y desarrollo, para que no sea solo un grupo el que se beneficie (monopolio) y se generen localmente una serie de actividades económicas de apoyo al sector transporte federal, nacional e internacional e incluso, como en el caso de Tlaxcala, se incentive la industria alimenticia, de hospedaje y turística de cada lugar, que sin ser de grandes proporciones, si sea de calidad y competitiva a nivel mundial, que es lo que aquí hemos ya compartido en cuanto al concepto de desarrollar empresas locales con proyección mundial, es decir, empresas glocales.
Esto es precisamente a lo que tiene que apostarle Tlaxcala, a diseñar una movilidad moderna y sostenible, abierta a todos los tipos y modalidades de servicio. Porque el transporte tiene que permitir un acceso equitativo a todas y todos los usuarios, en tal sentido, tienen que abrirse las opciones de movilidad a todo tipo de transporte, que cubra los requisitos de seguridad, protección, eficiencia y ecológico.
Para ello se requiere una infraestructura multiopcional de transportes y a todas ellas, tiene que abrirse una ley nueva de movilidad. Pensar que solo “las combis” y los taxis tradicionales, sigan siendo las únicas opciones de movilidad para las y los tlaxcaltecas, es no darse cuenta que la realidad ha superado a dichas opciones y hoy, los propios pasajeros usan múltiples opciones ya.
Las “plataformas” que operan como servicio de taxi, serán más comunes y se irán transformando, como el car-sharing (compartir un vehículo), el ride-hailing (transporte privado mediante una red de contactos directos entre particulares) y carpooling (uso compartido de vehículos). La tecnología de vehículos conectados y autónomos, ayudará a optimizar la utilización de las carreteras y calles en las ciudades.
Tlaxcala tiene que apostarle a una ley de movilidad sostenible para todas y todos, no solo para las y los que puedan pagar el servicio de un taxi tradicional, que a pesar de que algunos ya dan servicio con tarifa marcada por taxímetro, el “banderazo” lo dejaron tan alto, que seguirán siendo los “reyes” del centro del país, por tener la tarifa más alta.