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México, Después de los Sismos

México enfrenta un 2017 lleno de retos y decisiones que marcarán su futuro inmediato y de largo plazo.

Después del par de sismos sufridos ampliamente en el territorio nacional, con consecuencias graves económicas, sí, pero sobretodo, humanas.

Haber perdido sus casas, sus muebles, pero más, sus seres queridos, marcan para toda la vida.

No solo han marcado a esas personas. Marcaron a la mayoría de las y los mexicanos, creando un amplio consenso: ya no más corrupción, ya no más impunidad, ya no más abuso en el uso de los recursos públicos.

Como si fuera otro sismo, extensamente anunciado por Estados Unidos, el posible rompimiento de los acuerdos logrados y vividos del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, abre la posibilidad de una larga grieta o de un enorme socavón económico y financiero para México.

Es una fortuna para las y los mexicanos, que se hayan aprobado las Reformas Estructurales durante la presente administración del gobierno federal, tan necesarias para el país, desde el siglo pasado.

Sin Reformas Estructurales y sin Tratado de Libre Comercio (TLC), México estaría en la lona.

Afortunadamente no es así.

Con las Reformas Estructurales, México va a poder salir adelante, a pesar de que se cancele el TLC.

Al igual que pasa con las situaciones posteriores a los sismos, no va a ser fácil, no va a ser rápido, sin embargo, México está más preparado, que antes de las Reformas Estructurales.

Solo baste mencionar, tales Reformas Estructurales se hicieron en los países de la Unión Europea, incluyendo Inglaterra; Japón y Alemania las llevaron a cabo, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. China, India, Vietnam, Corea, Laos, Camboya, algunos países de África, Chile y Brasil, se adelantaron dos décadas a México; Cuba, ya va en camino, incluso en materias como el petróleo, Cuba se adelantó a México.

Como podemos ver, en esta materia como en muchas otras, México ha llegado tarde a la modernidad, al igual que pasó con la minifalda en el siglo pasado.

Siempre se habló de la necesidad de incentivar el crecimiento económico del sur del país, precisamente el territorio severamente dañado por el primer sismo sufrido por el país durante el mes de septiembre.

Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) permitirán a México llegar a mercados como el “asiático, sudamericano, centroamericano, europeo, el Caribe, Lejano Oriente, Oriente Medio además de África” (Enrique Huesca, secretario ejecutivo de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales).

Hasta el momento, 152 empresas han manifestado su interés de establecerse en alguna de las ZEE; y de éstas “126 tienen negociaciones avanzadas y 50 ya han emitido su carta de intención” de estar presentes en Puerto Chiapas, Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas; además de Salinas Cruz y Puerto Progreso.

Las ZEE, están atrayendo la atención y el interés de inversionistas de todo el mundo, incluyendo inversionistas mexicanos. Se trata no solo de generar nuevas y más fuentes de empleos, se trata de activar la economía del sureste mexicano, ya que una de las condiciones para los inversionistas de que puedan disfrutar de las ventajas fiscales de las ZEE, es que compren productos e insumos hechos en México, lo que se constituirá en una oportunidad para los productores locales y nacionales, quienes tendrán que ser desde luego, competitivos, para constituirse en proveedores de los inversionistas que lleguen a la región.

En este proceso de reconversión económica que vivirá el país durante los próximos años en esas zonas, la energía y la infraestructura serán viales para su desarrollo, no solo en esas zonas, en todo el país, porque todo el país requiere seguir mejorando sus vías de comunicación, para acortar tiempos y distancias. En esta reconversión, el ferrocarril, puertos y aeropuertos, requieren de un salto cuantitativo y cualitativo espectacular, pues México no puede insertarse en serio a la economía mundial, sin tales soportes, que si bien ya lo está, requiere apresurar lo que se dejó de hacer desde el siglo pasado: modernizar en serio al país y nuevamente insisto, la modernización más apremiante, es la modernización educativa: URGE YA!

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