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París: Parecían Muertos o Drogados
Escrito por Lauent Mereu-Boulch /Le Figaro (Francia), 16 Nov
El artículo “Attentats de Paris : Les terroristes? On aurait cru des morts-vivants” fue publicado este lunes por el diario francés Le Figaro. Versión en español para Código Tlaxcala, por Xavier Quiñones.
Se llamará Christophe. En el otro lado del teléfono, la voz está cansada, cansada. Ya han pasado dos días desde que apenas ha dormido. Todavía hace un par de horas estuvo en el muelle 36 de los Orfebres para contar su increíble historia.
Viernes por la noche, por lo tanto, Christophe se encuentra en el restaurante Cellar, en el número 9 de la calle Crussol en el distrito 11 de París, a sólo tres minutos del Bataclan.
Él es un visitante habitual. El dueño es un amigo suyo. A las 19:35, mientras toma algo afuera del restaurante, Christophe ve llegar un Polo negro matriculado en Bélgica: “Ellos estaban aparcados enfrente de mí cuando no había mucho espacio. Me pareció extraño. El conductor estaba luchando para girar el volante como si apenas supiera conducir. Fui a verlos para decirles que estaban mal aparcados. No abren la ventana y me miran con malicia. Se pensaría que eran muertos vivientes, como si estuvieran drogados”.
Vuelve Christophe a beber de su vaso, pero observa a los hombres en el coche con las luces apagadas que sin embargo sigue con el motor encendido. “He visto la cara del conductor y el pasajero, ya que comenzaron a pulsar su smartphone, lo que ha hecho iluminarse sus rostros. El pasajero comenzó a utilizar su ordenador portátil. Era del tipo europeo, llevaba una barba de chivo. También chaqueta negra y un pañuelo en la cabeza. El conductor del mismo era también de tipo europeo, del género convertido al Islam”.
Alrededor de las 20:15, Christophe ve pasar un coche de policía que no parece notar el Polo negro mal estacionado enfrente del restaurante. A las 21:30, Christophe deja el restaurante, mientras los cuatro hombres del Polo siguen ahí.
Se enteró de las bombas que explotaron en el Stade de France. Hacia las 21:40, intentó ponerse en contacto con la policía por teléfono “al menos 80 veces”, pero sin respuesta.
Algunos minutos más tarde, la noche de pesadilla debutó en el Bataclan.