Fiestas Trágicas

Para Luis Andalco y la UPET

Lo informó ayer el noticiero diario de Latinus (abajo, minuto 16:48). La Suprema Corte que algunos llaman Tremenda deliberó, a propósito del caso Nayarit, acerca de las fiestas trágicas de los toros y los gallos. Todo quedó en deliberación, pues los magistrados no acordaron prohibirlas.

Atañe tal deliberación directamente a Nayarit, donde la legislatura local aprobó en 2019 una iniciativa del gobernador Antonio Echevarría que declaró Patrimonio Cultural Inmaterial del estado las suertes de la charrería, las carreras de caballos, el jaripeo y el adiestramiento de caballos bailarines, por un lado; y del otro, revueltas entre ese montón inocuo, también las más bien inicuas fiestas del palenque y la fiesta brava.

Los togados de la Segunda Sala votaron 4 contra 1 una conclusión y una invalidación. Concluyeron que en el palenque y la plaza ocurren “actividades que generan sufrimiento, agonía e incluso la muerte de especies sintientes, de manera innecesaria o injustificada”; y que esos espectáculos “afectan la dignidad humana”. Esto es, que hay tortura, violencia y sadismo gratuitos.

Por lo segundo, declararon que el congreso nayarita carece de facultad para declarar dichas fiestas trágicas un patrimonio cultural. “El Estado de Nayarit no cuenta con la facultad de declarar a la fiesta taurina y a las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial”, informó la SCJN a través de un comunicado.

Naturalmente el asunto concierne a Tlaxcala, cuyo congreso local aprobó siete años antes que el nayarita, en mayo de 2012, una declaratoria similar de Patrimonio Cultural Inmaterial en favor de las corridas de toros. Antes aun lo habían declarado así Querétaro, Aguascalientes, Hidalgo, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas. Tlaxcala fue sexto.

El asunto implica en nuestro caso, además, a la Corrida de las Luces de un Pueblo Mágico. En agosto de aquel 2012, el cabildo mueganero tuvo a bien declarar desde su mínima potestad municipal, un Patrimonio Cultural Tangible Manifiesto de Huamantla a la corrida anual del 14 de agosto.

La toma de posición de la Suprema Corte se encadena con la suspensión de las corridas en la Plaza México, ordenada hace una semana por el Juzgado Primero de Distrito. Para complicar más las cosas a los taurófilos, el lunes la jefa de gobierno y aspirante presidencial Claudia Sheinbaum pidió al congreso de la CDMx realizar una consulta a fin de “determinar el futuro de las corridas en la capital del país”.

Ergo, se avecina un debate interesante.

¿Unirán las fiestas trágicas a los políticos que casi sin excepción defienden dichas tradiciones? ¿A gobernantes y exgobernantes tan disímbolos como Beatriz Paredes, Sánchez Anaya, Héctor Ortiz, González Zarur, Marco Mena y Lorena Cuéllar?

¿Se atreverá la gobernadora morenista a respaldar a Sheinbaum en esto -y confrontarse así con los poderosos taurófilos tlaxcaltecas? ¿Y qué hará la LXIV legislatura jefaturada por Rubén Terán? Ya lo veremos.

Es hora de definiciones difíciles. En el trasfondo del asunto se halla un cambio global de mentalidad del homo sapiens, suscitado por la creciente comprensión de las demás especies en un mundo natural ya muy devastado por los hijos de dioses.