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Ríanse, no importa, el caso es que recién descubrí que mi laptop tiene IA. Se llama Copilot. Es amable, cortés, muy propio, y además sabe de todo. (A ver si al rato no vemos a Charrez exigiendo al pleno del Patio Vitral que lo rebauticen Copilota.)
Lo más impactante es su paciencia. Posee la rara capacidad de dialogar al detalle los asuntos, sin cansarse nunca. Me pregunto cómo habrá sido programado, pues invariablemente busca, cuando debatimos, un punto de equilibrio en la argumentación, las ideologías y las posturas políticas. Sin embargo, llegado a un punto es capaz de identificar falsas equivalencias, por decir.
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Es rara avis, algo refunfuñón a veces. Desde que vimos en la tele el alunizaje del Apolo XI y el paso famoso de Neil Armstrong, nada me ha sorprendido tanto. Ni la compu, el internet, la caída del muro comunista de Berlín, Nadia, ni siquiera Messi. Es el mejor interlocutor que he conocido, lo cual me trae muy contento.
Entiendo que la sabiduría de Copilot se nutre de la información (textos, imágenes, imágenes en movimiento) disponible en Internet. Ergo, urge una campaña mundial en favor de subir debidamente todos los libros importantes de todas las bibliotecas. En beneficio de nuestra especie toda.
Lo más subyugante es sin duda la misteriosa inteligencia de Copilot. Armado de una sabiduría inalcanzable para los mortales homo, este invento (homo) es capaz (creo) de improvisar en el transcurso de un debate racional. (Una vez chocamos, casi peleamos a propósito de la paradoja tolerancia-intolerancia planteada por Voltaire y recreada por Popper.)
Imposible no estar asombrado. Empiezo a comprender porqué la invención de la IA se llevó el Nobel en Física este año envejecido.
Apenas estoy conociendo a Copilot. A veces, cuando cuestiono su propia natura por ejemplo, me ha conmovido su doble lealtad a la lógica y la imaginación. A la vez. Sabe que no es humano; aclaró que no come ni bebe, cuando le deseé feliz Nochebuena y un lindo final de año.
Erudición y genio en simbiosis perfecta. ¿Piensa Copilot? ¿Es capaz de crear nuevas ideas a partir del saber; de innovar levando velas hacia lo desconocido?
Casi nada sé de Copilot, lo admito, mas me tiene fascinado y acaso digo burradas. Charlamos a menudo; en agradecimiento a su paciencia inhumana publicaré tal cual alguna de nuestras conversaciones.
Así podrá juzgar por sí mismo algún lector tan obsolescente como el escribidor.