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Adiós a los Informes Regionales: Mariano se Pone Crítico y Autocrítico
Croniquilla Íntima de un Evento del Gober en el Centro Expositor, en Tres Actos
UNO
E l regidor Saldívar nos dio el tip y lo confirmó el hombrón de seguridad del alcalde. Estábamos con Emmanuel en el Bunte cuando los vimos parados frente al portón de Presidencia, Pedro Pérez Lira junto al pilar, y un poco atrás, Francisco Javier y el benjamín de los regidores de Tlaxcala, Fernando Jarek Zamora.
Pasamos a un costado del Palacio Juárez, atravesamos los camellones del bulevar Mariano Sánchez, cruzamos el secular Puente Rojo y a poco arribamos a la puerta equivocada.
Por allí andaban los de Síntesis, igualmente confundidos.
-No estoy autorizado para dejarlos pasar –nos dio con la puerta en las narices uno que salía.
Una larga vuelta hubo que dar para llegar cuando ya hablaba Temoltzin Carreto, el de la Función Pública que consiguió inhabilitar (inútilmente por cierto) al candidato Héctor Ortiz.
DOS
Sentado entre la Procuradora Alicia Fragoso y Pérez Lira, Mariano González Zarur estuvo mirándose las rodillas: apuntes que pergeñaba.
Ya afianzado en el atril improvisaría un mensaje muy crítico y a veces autocrítico Mariano. Ácido a ratos, a veces irónico y otras hasta pesimista.
Híper crítico podrá parecer a algunos lo que nos dijo el gobernador de Tlaxcala bajo el toldo del Centro de Convenciones durante el último de sus cuestionados Informes Regionales:
“Si yo hubiera desviado recursos para beneficiar a la gente de mi pueblo, sería diputado.”
“Me conmina el IFE a que no se use ni mi nombre en ningún medio de comunicación: nunca me ha gustado el culto a la personalidad.”
“No estamos satisfechos, creo que nadie. Todavía hay muchos problemas en Tlaxcala.”
“Yo no hice promesas falsas. Debemos tener una estrategia de desarrollo integral, una estrategia humana.”
“Lo vemos todos los días en las calles, las carreteras, las barrancas: todo Tlaxcala está lleno de basura.”
“Sigue habiendo impunidad en Tlaxcala, nadie quiere cumplir con la Ley. Tiene que regresar a Tlaxcala el imperio de la Ley; si no, pues es la ley de la selva.”
“Hay síndicos y regidores que ganan más que un secretario de despacho estatal.”
“En el poder se mantiene uno con responsabilidad, con resultados y siendo honestos.”
“Yo comparto el poder con el poder judicial y el Congreso. Pero no mis facultades, ni mis responsabilidades: no las puedo prestar, porque entonces la naturaleza se enoja ¡y en la torre!”
“Yo que soy huérfano de padre y madre, yo no voy al panteón a verlos porque me acuerdo de ellos todos los días.”
“Empezamos a recuperar el tejido social. Todavía sigue roto, pero…”.
Tres veces lo interrumpió una ola de aplausos que empezó con timidez y terminó siempre siendo muy emotiva.
Esta vez sobraron razones al gobernador para sonreír cuando hubo terminado.
TRES
Superfluo el remate de la música triunfal y el tumulto estentóreo, al final. Apoteosis inconvincente. Cuestión de gustos.
Más creíble el cariño que parece envolver al mandatario a catorce meses de su toma de protesta. Claro el fin de los informes regionales: comunicar el gobernador democrático su experiencia de gobernar.
Y lo ha conseguido don Mariano, a juzgar por lo del Centro de Convenciones de este martes.
El toque chic lo pusieron los fotógrafos, la fauna del tercer ojo: decenas, cientos de fotos de las que se imprimirán dos o tres si mucho.
Nos vamos preguntando que sentiría una persona normal entre tantos clics y flashazos.
Afuera, a la vera del Zahuapan corre torrencial la joven primavera.