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El agua es esencial para la vida y, sin embargo, es escasa para cientos de miles de personas en México. Lo que sin duda alguna es un reflejo de la situación mundial, en donde millones de personas, principalmente niños, mueren a diario por enfermedades por beber el agua pútrida y, por otro lado, la sequía azota algunos de los países más pobres del planeta.
La escasez de agua también es un problema grave para el desarrollo futuro. El consumo de agua aumentó mundialmente a un ritmo superior al doble de la tasa de crecimiento de la población durante el siglo pasado. En varias regiones del orbe, por ejemplo el Oriente Medio, el norte de África y el sur de Asia, hay escasez crónica de agua. Cuatro de cada diez habitantes del mundo viven en zonas con escasez de agua. Es posible que en 2025 no menos de dos tercios de la población mundial vivan en países con escasez grave de agua.
Tlaxcala, según proyecciones de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) para el año 2025, se prevé padezca escasez del vital líquido. Asimismo, plantea dos posibles escenarios del agua para el año 2025: el tendencial y el sustentable.
“En el escenario tendencial se considera que no hay cambios sustanciales en los patrones de consumo ni en los niveles de inversión actuales: la demanda de agua se incrementa considerablemente y los rezagos en materia de agua potable, alcantarillado y saneamiento se mantienen en niveles similares a los actuales. En el escenario sustentable prácticamente se duplica el nivel de inversiones actual: se logra contener el crecimiento de la demanda de agua, revertiendo la sobreexplotación de los acuíferos y reduciendo los rezagos en materia de agua potable, alcantarillado y saneamiento”.
Por otra parte, de acuerdo con diversas estadísticas, aproximadamente un billón de personas sufre falta de agua, tres billones de personas carecen de servicios sanitarios y el 80 por ciento de las enfermedades infecciosas se transmiten a través del agua, matando a millones de niños cada año.
De acuerdo a estimaciones de organismos internacionales especialistas en la materia, si el mundo entero tuviese el mismo estilo de vida que un europeo o norteamericano, se necesitarían 3.5 planetas similares a la tierra para tener suficiente agua.
Más del 80 por ciento del agua usada en todo el mundo no se trata. Tratar aguas residuales requiere una gran cantidad de energía. El 9 por ciento de estas aguas acaban en los ríos, lagos y zonas costeras de los países desarrollados, lo que crea problemas de salud.
Por lo anterior, creo que debemos dar respuestas eficientes y eficaces para hacer frente a este reto. Hemos de aprovechar mejor el agua, especialmente en la agricultura. Debemos dar una importancia prioritaria al saneamiento y reciclaje, aspectos en los que el progreso camina lento.
Estamos ante un asunto urgente de desarrollo humano y de dignidad humana. Adoptemos la decisión de trabajar más para proporcionar agua potable y apta para el consumo a todas las personas en México y en el mundo. Asimismo, hagamos nuestro el compromiso de ordenar mejor los recursos hídricos que son nuestro único medio de supervivencia y de conseguir un desarrollo sostenible en el siglo XXI.
Recuerden que: “Nunca reconoceremos el valor del agua hasta que el pozo este seco”. Thomas Fuller.