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¡REPROBABLE!, Sistema Gubernamental Alrededor del Asesinato de Javier Valdez

Ciertamente cualquier asesinato es reprobable y afecta de manera directa a los familiares y amigos de la víctima; sin embargo, el caso del asesinato del periodista del diario La Jornada en Sinaloa Javier Valdez, exhibe de manera cruda la ineficiencia gubernamental y el sistema putrefacto en México, de ahí que las voces que exigen justicia ya se escuchan desde distintas partes del mundo.

Lamentable que México sea más noticia internacional por la presencia de múltiples cárteles, el narcotráfico, los numerosos asesinatos y el fuerte crecimiento de la delincuencia organizada; que por cosas positivas, que en todo caso están ensombrecidas por la incapacidad de las autoridades para garantizar seguridad, y en el peor de los casos por la complicidad de las propias autoridades con el crimen.

El organismo Artículo 19 con presencia internacional enfocado a la defensa de la libertad de expresión publicó que con la muerte del periodista Javier Valdez Cárdenas especialista en temas de narcotráfico corresponsal en el estado de Sinaloa del periódico La Jornada y editor del semanario Ríodoce, asesinado este lunes a manos de sicarios encapuchados cerca del semanario como lo publicó La Jornada; ya suman cinco asesinatos de periodistas en México en posible relación con su labor periodística tan sólo en lo que va de este año.

Y con los cuales la cifra de comunicadores asesinados aumentó a 105; 98 hombres y 8 mujeres desde del año 2000 hasta lo que va de 2017, y de los cuales en el sexenio anterior gobernado por Felipe Calderón fueron asesinados 48 comunicadores, mientras que en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto ya van 32.

Pero la violencia contra periodistas no sólo existe cuando le quitan la vida; sino con agresiones diversas que van de las verbales hasta las físicas, o la privación de la libertad.

Como las que apenas este fin de semana ocurrieron en Acapetlahuaya, Guerrero; en que un grupo de siete periodistas de distintos medios de comunicación fueron privados de su libertad y despojados de su equipo de trabajo, según se difundió en diversos medios, ello mientras regresaban de cubrir los bloqueos que había en siete municipios de la localidad.

En Tlaxcala se han registrado hechos como las detenciones durante el sexenio de Mariano González de dos periodistas relacionadas con su labor periodística; como fue la de Martín Ruíz titular de E-Consulta y de Rubén Hernández que ahora trabaja para el medio digital Cuadratín; así como las reiteradas agresiones verbales contra reporteros durante prácticamente todo el sexenio por parte del ex gobernador.

Es necesario que las autoridades de todos los niveles de gobierno garanticen la seguridad de comunicadores; y es infantil, o fuera de lugar la respuesta que en muchos casos gobernantes han dado cómo es imposible que se cuide a cada uno de los periodistas porque no se cuenta con los recursos.

Evidentemente eso no es lo que se está exigiendo al pedir garantías de seguridad; sino que cumplan con su trabajo, que lleven a cabo un combate no simulado contra el crimen organizado y no organizado; que no atenten desde el poder gubernamental contra la libertad de expresión; que actúen contra los malos elementos, o jefes policiacos involucrados con crímenes.

También que se implementen mecanismos eficientes y prontos contra la impunidad que alimenta la corrupción. No es posible que pasen los años y los sexenios, y la inseguridad continúe afectando no sólo a los comunicadores, sino a todos los ciudadanos; secuestros, asaltos, desapariciones forzadas, robos de todo tipo; y las autoridades pasivas contra estos enormes flagelos.

Algunas voces han exigido a los gobernantes que no puedan con el puesto que lo dejen; pero obviamente no lo van a dejar, ya que estos puestos les dejan muchas ganancias y poder político.

Pero en algún momento, tiene que cambiar México; pero hoy por hoy no lo creo, de ahí que es necesario seguir presionando desde la sociedad civil y desde las voces periodísticas y las que se quieran sumar. La prensa no quiere más discursos huecos de las autoridades; sino garantías, y reconózcanlo, esas no las han podido o querido dar.

¿Sorprender a la prensa? Algo necio y ocioso.

Este lunes estuvo corriendo en redes sociales y correos de algunos comunicadores un panfleto de un supuesto pleito jurídico entre particulares en el estado de Puebla en el que pretenden hacer ver como responsable al ex gobernador Héctor Ortiz.

¿Quién lo envió o con qué propósito? No lo sabemos; pero el nombre que aparece en el correo es de “Lucy Contreras”, que no sabemos si existe, o sólo es un nombre inventado.

El hecho es que existe un litigio en Cholula, Puebla, por una propiedad que habría entregado un empresario de nombre Ángel Pereda en pago por un adeudo que tenía con el ex gobernador, y que ahora pretende recuperar ilegalmente, pero que nada tiene que ver con lo que decía el panfleto.

Y sabiendo que Héctor Ortiz es un personaje público lo pretenden presionar de esta manera; pero el asunto nada tiene que ver con la política de Tlaxcala; sino entre particulares y la razón estará del lado de quien la tenga; pero tergiversar la información jurídica precisa, es un proceder lamentable que sólo quita tiempo valioso a la prensa.

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