Lorena Cuéllar Cisneros, en Selfie con Justin Trudeau

La senadora Lorena Cuéllar Cisneros, ex candidata a gobernadora de Tlaxcala, aparece radiante en una selfie con Justin Pierre James Trudeau, el primer ministro de Canadá, durante su visita el pasado viernes a la cámara alta del Congreso de México.

Las fotos muestran el revuelo causado entre legisladoras de diversos colores partidistas, la traductora  e incluso periodistas mexicanas por el apuesto gobernante que el próximo diciembre cumplirá 46 años, reacción que borró al paso de los minutos la sonrisa inicial de Trudeau y desató una ola de críticas y memes en las redes y la prensa local.

El incidente se dio en el marco de una sesión solemne del Senado de México, durante la cual se aprobó un punto de acuerdo que solicita a Trudeau asumir la defensa de México en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio que el país azteca realiza conjuntamente con Canadá y Estados Unidos.

La solemnidad del evento quedó rota desde antes del arribo del mandatario –llamado The Prince en su país, por ser hijo del ex premier Pierre Elliot Trudeau-, y estalló en una ovación cuando, tras ser recibido por cadetes del Colegio Militar, apenas iba a tomar la palabra.

La primera frase pronunciada por Trudeau: “If you were not our neighbors…” (si ustedes no fueran nuestros vecinos), provocó un lapsus de obvio sabor hormonal en la traductora, quien trasladó al español: “Si ustedes no fueran nuestros novios…”.

El error fue seguido de una serie de 9 ovaciones que en conjunto duraron unos 15 minutos. El tercer aplauso, cuando Trudeau leyó en español una frase célebre de Benito Juárez, fue ofrendado de pie por el quórum de 73 integrantes del senado de México.

La crónica de Juan Arvizu para El Universal culmina así el extraño espectáculo: “Las senadoras tapan el paso pues han ido por el beso y la foto. La presidenta de la Jucopo, la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, en tribuna ha cumplido su representación, al lado de Cordero (…) Trudeau se acerca a ella y se despide. Afuera, una escuadra de senadoras se disputan el espacio para una selfie”.

Una testigo, Roberta Garza refiere en su columna de hoy para Milenio que aparte, en el patio principal del Palacio Nacional, una reportera de Radio Fórmula, luego de preguntar algo despistada la opinión del visitante sobre el problema catalán, rompió todo el protocolo y las reglas del periodismo, se abrió paso como pudo y una vez junto a Trudeau, atinó a decirle “Te amo”.

El júbilo sexoso de las legisladoras que rodearon y bloquearon el paso de Trudeau, acaso afectadas por las imágenes del cuerpo tatuado y bien formado del guapo político católico que circulan en internet, debió hacerles olvidar que el invitado ha exigido públicamente a los gobernantes de México no mantener tan bajos los salarios de los trabajadores mexicanos con autorización del poder legislativo. El sindicalista Jerry Dias ha criticado como competencia desleal los magros salarios que se pagan en México y criticado que es esta la razón principal de que inversionistas europeos, asiáticos y norteamericanos decidan invertir en el país.

Avasalladas por la libido, las desatadas senadoras que se condujeron como colegialas –entre las cuales varias panistas y priistas cincuentonas y hasta sexagenarias- probablemente ignoran además que Trudeau es abiertamente partidario del aborto, el matrimonio gay y la legalización de la mariguana que él admite haber consumido; y asimismo, que en la pasada primavera exigió en Roma al papa Francisco ofrecer una disculpa pública a los indígenas americanos por los abusos de los evangelizadores del siglo xvi que quitaron sus niños a las familias nativas, y tras adoctrinarlos en el enfoque de la Contrarreforma española, los volvieron contra sus propios progenitores a fin de imponer la fe católica a los aborígenes previamente vencidos por los conquistadores.