contacto@codigotlaxcala.com
2461205398 / 2461217662
Las emociones y las buenas intenciones
Mucho se habla de las emociones y de su control para un mejor vivir. Vemos en las redes sociales que la tendencia es la difusión de mensajes motivadores, pero qué sucede, por qué no se dan los cambios esperados. Para responder a esta pregunta, lo ejemplificaré con el caso de dos personas que han tomado la decisión de hacer un cambio en su vida, se han dado cuenta que su carácter y/o sus hábitos los limitan en el disfrute de su vida diaria.
Caso uno. -Uno de mis lectores decide que el día de mañana cambiará algo que le molesta de su carácter, decide no enojarse, al día siguiente se levanta muy temprano e inicia su proceso de cambio, pero en el transcurso del camino hacia su trabajo, un carro se atravesó y no deja pasar su transporte, lo que ocasiona que llegue tarde y, por si fuera poco, al presentarse al trabajo se encuentra con la persona que no quería ver y además, le designan realizar una tarea que no le gusta. Al llegar a su casa su esposa le pregunta ¿cómo te fue?, cuál creen que sea su percepción de su día, en qué momento se terminó su buena intención de no enojarse.
Pasemos a algo más simple; alguno de ustedes deseas bajar de peso o mejorar su condición física y decide iniciar a hacer ejercicio muy de mañana, prepara la ropa y zapatos deportivos, al día siguiente al sonar el despertador, sorpresa, tu cuerpo y tu mente se rehúsan realizar la actividad. Dónde quedo la motivación, dónde quedaron los planes y deseos. Así de simple se puede ilustrar qué realizar cambios en nuestros hábitos y costumbres es más difícil de lo que parece. Es más que buenas intenciones y deseos, se requiere de un trabajo, de una educación emocional. En el caso del enojo, no es lo que sucede, es lo que te dices cuando sucede, pues la emoción sólo es la reacción de tu cuerpo, ante una idea que está en tu mente, que pudo ser adquirida desde hace muchos años y que hoy sólo reaccionas de manera inconsciente.
Es muy común escuchar las frases; no lo puedo evitar, así soy, me parezco a mi….es de familia, etc. En el caso de ir a correr, tu cuerpo y tu mente se resisten porque son hábitos creados durante muchos años de no hacer ejercicio y al recibir el cerebro la indicación busca en donde normalmente obtiene la información que es en el inconsciente (experiencias, valores, creencias, etc.) y es ahí donde sólo encontrará respuestas como; es muy temprano, hace frío, mejor mañana, en un rato más, etc. Que quiero decir con esto, que el ser humano es un ser de hábitos y costumbres, por tanto, para que el cerebro realice cambios, no es tener buenos deseos, se requiere de diversos procesos para llegar a un cambio personal, uno de ellos es el ser consciente de qué queremos cambiar, para que existe una disponibilidad y un convencimiento.
Para llegar a esa consciencia se requiere educar la mente con información, ejercicios y herramientas. De no ser así, tú motivación y buenos deseos, te alcanzarán para unos cuantos días antes de que tu inconsciente te regrese a tu zona de confort.
“La mente que genera el problema, no es la misma que lo soluciona, la soluciona una mente superior”.