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Trump 2024 /Eduardo Mora Basat (Las Américas)

 

Las elecciones presidenciales de este 2020 demostraron cuanto pueden cambiar el escenario electoral en EEUU. Sobre las encuestadoras vuelve a pender la espada de Damocles al anticipar una holgada victoria del candidato demócrata, Joe Biden, por una diferencia que parecía inobjetable.

Innumerables son sus matices. Incluyen intentos de poner en tela de juicio la integridad electoral de EEUU; la advertencia de Biden de estar dispuesto a lanzar, si fuera necesario, a las Fuerzas Armadas para desalojar a Donald Trump de la Casa Blanca; siendo recurrente que algunos analistas políticos marquen este 3 de noviembre como un antes y un después en la historia de la democracia en el país, criterio que coquetea el sensacionalismo, como aquel que anticipa el principio del fin del constitucionalismo estadounidense.

Es elevada la probabilidad de que Joe Biden guie las riendas de EE UU en los próximos cuatro años. Él gobernará con la Cámara de Representantes a su favor, siendo una incógnita qué partido tendrá la mayoría en el Senado.

De no ser irreversibles los resultados que se han anunciado hasta el momento, Donald Trump será el primer presidente en casi tres décadas que no alcanza su reelección, antecedido por George H. W. Bush (1992).

Festejo en jardines de la Casa Blanca durante la noche del Supermartes. FOTO Patrick Semansky-AP /Chicago Tribune

 

En un espacio de opinión publicado el 4 de mayo de 2020 titulado Michelle Obama: ¿El as de los demócratas frente a Trump?, analicé el comportamiento de algunas variables que mantendrían a Trump en la Casa Blanca.

La inercia del pensamiento era una de ellas. Estaba sustentada, en primera instancia, por los favorables resultados económicos anteriores a la COVID – 19, con la tasa de desempleo más baja en medio siglo. Percibía, a su vez, un escenario donde el Presidente lideraba la actual pandemia, convirtiendo esa amenaza en fortaleza política.

Trump parecía invencible al finalizar el “impeachement” ante el Congreso. Un editorial publicado en el mes de febrero en el propio New York Times subrayaba: “¿Qué derrotará finalmente a Donald Trump?”.

Si nos enfocamos en la búsqueda de los errores, descubrimos: el errático manejo de su imagen en el COVID -19; las protestas generadas por la muerte de George Floyd el 25 de mayo; el ejercicio de la “dirty politics” en momentos en que no podía pelear de riposta.

Para sus fieles -cifra que agrupa a muchos de mis mejores amigos -: “Ese es Donald Trump; nadie puede cambiarlo”.

Sus denuncias de fraude intencional en algunos estados, son respaldadas por Giuliani y el fiscal Barr. FOTO eleconomista.com.mx

 

Discrepo de quienes definen su período presidencial como una ruptura en la línea evolutiva del republicanismo; siendo un continuista de las estrategias históricas de su partido. Su principal legado fue el manejo de los hilos judiciales del país, conformando una Corte Suprema de Justicia liderada por una mayoría absoluta de su partido (67%). En ella posicionó a Neil Gorsuch (2017), Brett Kavanaugh (2018), Amy Comey Barrett (octubre 2020) e incluyó más de 200 figuras de la Sociedad Federalista en otros cargos judiciales.

Obtuvo índices de aprobación de la base republicana superiores al 90%; reforzados por su capacidad movilizativa y la confianza partidista generada. Acotar que el horizonte político republicano demandará ajustes, pues el actual escenario demográfico avizora un probable aumento de los grupos minoritarios de inclinación demócrata. Las tesis expuestas por Francis Fukuyama en “Identidad” son medulares para entender el actual fenómeno de redimensionamiento del “Melting Pot” americano sobre nuevas bases de integración del mismo modo que la obra de Samuel Huntington “Choque de civilizaciones” fue un espejo del devenir histórico en el tránsito de la era Clinton – Bush.

En julio de 2019 EEUU rompió un récord de crecimiento continuo de la economía (1991 – 2001). Un período superior al comprendido entre el fin de la Guerra Fría y los atentados del 11 de septiembre. En su gestión económica Trump se apropió de las políticas aplicadas durante el “Reaganomics” disminuyendo las tasas impositivas en 2017; separó al país de espacios de integración como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica; e intentó situar la economía como un escudo nacionalista enfocado sobre todo hacia Beijing.

La tendencia alcista de las Bolsas de Valores, aunque algunos lo obvien por la inestabilidad experimentada desde el pasado mes de marzo, fue otra reafirmación de la salud económica lograda, viéndose el país protegido por el rescate billonario inyectado durante la actual pandemia de COVID – 19.

Trump arrojando cachuchas el día previo al Supermartes 2020, en el aeropuerto de Scranton, Pennsylvania. FOTO Evan Vucci-AP /El País

 

Si algunas decisiones pueden ser objeto de polémica fueron las ligadas a la política exterior:

  • La retirada del Acuerdo Nuclear firmado con Irán en 2015.
  • La salida de la UNESCO en octubre de 2017, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio del 2018, y de la OMS en 2020 como rechazo a la gestión del COVID – 2019.

Retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París (2017) contra el cambio climático y, ese mismo año, comenzó a revertirse el acercamiento sellado por la administración Obama demócrata con Cuba

  • El intento de acercamiento al régimen de Corea del Norte a través de las cumbres desarrolladas en Singapur (2018) y Viet Nam (2019).
  • El acuerdo de paz con el grupo insurgente afgano (2020) en Qatar a través del cual Estados Unidos se comprometió a retirar sus tropas a cambio de que los talibanes no den refugio a terroristas en Afganistán, principalmente Al Qaeda.
  • El traslado de la embajada de EEUU desde Tel Avid a Jerusalén en mayo de 2018.
  • La muerte del líder de Estado Islámico, Abú Bakr al Baghdadi, quien se inmoló el 26 de octubre de 2019 al ser rodeado por fuerzas especiales estadounidenses en Siria.
  • Las expectativas de diferendo entre EEUU y Rusia solo estuvieron matizadas por dos fugaces encuentros entre Trump y Putin en Varsovia (2017) y en la cumbre en Helsinki (2018).

Si pueden aducirse dos debilidades evidentes fueron los espacios económicos cedidos en Europa, América Latina y el Caribe. En nuestra área geográfica China ganó terreno económico, sobre todo en el área caribeña, dejando en herencia la búsqueda de una solución definitiva al problema de Venezuela.

Trump aseguró que “esta elección presidencial está lejos de terminar”; pero aún es una interrogante que el 20 de enero continúe en la Casa Blanca. No obstante, su actual prestigio dentro del partido republicano lo perfila como el líder natural de esa ala, alejándose de la trayectoria de presidentes como Gerald R. Ford (1976), Jimmy Carter (1980) o George H. W. Bush (1992) quienes al perder la reelección vieron mermada su imagen política.

Algunos vaticinan que el próximo paso de Trump será fundar una cadena de televisión émula de Fox News; sus 88 millones de seguidores en Twitter están expectantes para volver a la carga con una personalidad digna de profundos estudios de marketing político para descifrar el impacto de su estrategia contradictoria, ajena a cualquier modelo de comunicación y que hasta atrajo a sus filas a los “demócratas de Reagan” -obreros blancos del Medio Oeste industrial-

No faltan quienes lo asocian a Herbert Hoover, quien intentó, aunque sin lograrlo, ser nominado por su partido para una segunda reelección después de ser derrotado en 1932 por Franklin D. Roosevelt.

Y se preparan para el regreso Donald Trump como candidato en las elecciones de 2024.

 

 

ENLACE

Donald Trump: ¿una elección lejos de terminar? / Eduardo Mora Baset, Diario Las Américas (EE.UU.), Noviembre 11

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