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Suspende SEMARNAT Programa de Cautiverio de Vaquita Marina
Tras Muerte de Ejemplar Capturado con Red por Personal de ‘Vaquita CPR’
Aunque Sigue Recolectando Donaciones Para Salvar al Cetáceo, en los Hechos el Gobierno de México Parece Haber Aceptado su Extinción
Tras la muerte en días pasados de un ejemplar capturado por personal del programa Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación) que implementa la Secretaría de Medio Ambiente de México (SEMARNAT), la dependencia dio por finalizado ayer un cuestionado plan enfocado en la reproducción en cautiverio de la grácil marsopa.
El fallido intento de los técnicos de SEMARNAT parece dar razón a advertencias previas de las ong’s Greenpeace y el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), acerca de la inviabilidad del proyecto de captura del mamífero endémico de México.
Aunque en los hechos hizo poco o nada para detener la pesca con redes de enmalle ilegales de un pez también en peligro de extinción, la totoaba, cuyas vejigas natatorias son vendidas en Hong Kong y China, el programa Vaquita CPR recabó durante los dos últimos años generosas donaciones económicas y otros apoyos. Según numerosos expertos –y así lo ha debido reconocer la propia SEMARNAT-, dichas redes colocadas por pescadores a lo largo de todo el golfo de California, santuario de la vaquita, son la principal causa de la extinción en curso del cetáceo.
A través de un comunicado distribuido hace unas horas por la delegación Tlaxcala de la SEMARNAT que incluye una fotografía del personal de Vaquita CPR y colaboradores de 9 países a bordo del barco Pacific Monarch, la misión de búsqueda y captura se prolongó 13 días y sirviéndose de redes logró atrapar dos ejemplares.
“El equipo de rescate de Vaquita CPR lanzó redes en tres días y dos vaquitas fueron capturadas durante operaciones en campo. El primer ejemplar fue una hembra muy joven que se liberó porque no pudo adaptarse a las instalaciones del santuario de la vaquita. El segundo ejemplar fue una hembra madura que no se encontraba ni en estado de gestación ni lactando.”
Esta última –añade el boletín oficial- “requirió de intervención veterinaria urgente y a pesar de los esfuerzos heroicos (sic) del equipo médico por salvar su vida, la vaquita no sobrevivió. Posteriormente se llevó a cabo una necropsia y se tomaron muestras de sus tejidos, las cuales fueron enviadas a laboratorios especializados para realizar estudios genéticos con el fin de analizarlos y determinar la causa del deceso”.
Al respecto, hoy sábado el experto Miguel Rivas, doctor en Ciencias Biológicas por la UNAM y responsable de la campaña Océanos de Greenpeace México, publicó en el diario El Universal (Soberbia de Pacchiano ante el Vaquita CPR) una dura crítica al ministro de Medio Ambiente de México, Rafael Pacchiano Alamán, un ingeniero industrial y ex diputado federal plurinominal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
“Tristemente esto no nos sorprende tanto, pues desde el principio sabíamos que se trataba de un programa único en el mundo que no podía dar certezas sobre si la vaquita marina se adaptaría y sobreviviría al cautiverio (…) Lo verdaderamente lamentable es que el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, se dedicó a generar grandes expectativas (…) Pachiano pecó de soberbio. Dio por hecho el éxito del programa, resaltando a cada minuto que iba por buen camino, se atrevió a prometer derrama económica en el Alto Golfo de California exhibiendo las últimas vaquitas marinas cual circo que lucra con el morbo de lso sobrevivientes a la extinción. Por si fuera poco, aseguró a los pescadores que podrían beneficiarse del comercio de totoaba hacia febrero de 2018, confiando plenamente en que ya no habría vaquitas en la zona…”.
En efecto, entretanto la extinción de la vaquita sigue su curso el programa Vaquita CPR de SEMARNAT se ha concentrado principalmente en recabar donaciones millonarias y apoyos de instituciones como Waitt Foundation, Disney Conservation Rapid Response Fund, Universidad de Duke y Comisión de Mamíferos Marinos de Estados Unidos, así como de las europeas Dolfinarium Harderwijk, Universidad de Aarhus, Fjord & Baelt y las canadienses Dolphin Quest, SeaWorld y Vancouver Aquarium, entre otras.
ANTECEDENTES
Tras la muerte del segundo ejemplar la SEMARNAT justificó ayer la suspensión acordada desde el 4 de octubre del plan de captura en base a una “recomendación unánime de los científicos a cargo de Vaquita CPR”; y anunció que lo “reemplazó con tareas de identificación de ejemplares de vaquita marina mediante levantamiento fotográfico para descifrar el comportamiento de las poblaciones de esta marsopa y sus patrones de movilidad”.
Sin embargo, existen evidencias de que los riesgos de encerrar a las escasas sobrevivientes de la especie de vaquitas marinas –un mamífero habituado a la movilidad constante- en una zona llamada “El Nido”, fue señalado con mucha anticipación por organizaciones no gubernamentales.
Ante “anuncios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de la próxima implementación de un plan de emergencia para salvar a la Vaquita Marina trasladando algunos ejemplares a un santuario temporal”, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA) alertó a principios de este año -citando a Greenpeace– de que “no hay ninguna garantía de la eficacia de esta medida que justifique su implementación. En cambio, la organización ambientalista advirtió factores de riesgo que deben considerarse: como la mayoría de los cetáceos, las marsopas generalmente no se llevan bien en cautiverio; la población ya se ha agotado drásticamente por lo que cualquier pérdida es grave y la captura generará estrés adicional a los animales que quedan”.
Dicho reporte desoído por SEMARNAT dio cuenta del acelerado viaje de la vaquita hacia la extinción. Estimaba que sólo quedaban ya 30 ejemplares y que entre 2011 y 2016 habría caído 90% de la población, precisando que descendió 49% sólo entre 2015 y 2016.
El reporte reproduce la opinión de Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México. “Estos son tiempos desesperados para la vaquita, ya que se tambalea en el borde de la extinción. Por lo tanto, no es sorprendente que las soluciones que están siendo sugeridas por aquellos que quieren salvar a la especie sean también, cada vez, más desesperadas”.
Acerca de la responsabilidad del actual Gobierno de México, apuntaba el ambientalista: “De muy poco servirá esta drástica medida si el problema de fondo (la pesca de totoaba y el uso de las redes de enmalle) no ha sido solucionado. Sabemos qué debe suceder para salvar a las vaquitas en su hábitat natural: acabar con la pesca de totoaba, pero no sólo desde el lado de la vigilancia sino también con la aplicación de políticas de apoyo socio económico en la región para involucrar a las comunidades en la protección de la vaquita y el desarrollo de artes de pesca que no pongan en riesgo a otras especies”.
Finalmente, Greenpeace lamentó desde entonces “que se tenga que contemplar medidas como la captura y reproducción en cautiverio de esta especie a pesar de las advertencias de más de dos décadas del dramático declive del número de población de este mamífero endémico de nuestro país”.
Días antes de dicho reporte, en enero pasado el propio Pacchiano Alamán había informado que “un avanzado sistema de monitoreo acústico arroja en sus resultados que la población de la vaquita marina continúa disminuyendo. Está desapareciendo ante nuestros ojos una increíble especie endémica.
Como es habitual en la comunicación oficial del gobierno de México, la terrible realidad del simpático e inteligente mamífero queda minimizada en la página oficial de SEMARNAT bajo untuosas y desproporcionadas expresiones de reconocimiento a la propia labor de los gobernantes.
“La recuperación de la vaquita marina ha sido una prioridad del gobierno mexicano y por ello hemos otorgado los recursos necesarios para que el plan tenga mejores probabilidades de éxito. Confiamos en que hay esperanza para su recuperación”, reza el comunicado con fecha 18 de enero de 2017, mismo que en otra parte parece dar por un hecho la extinción: “Así, a pesar de los millones de dólares invertidos por el gobierno mexicano en la prevención de la captura incidental de vaquita, su población sigue disminuyendo”.