Código Tlaxcala
“Ninguna sociedad democrática puede existir sin una prensa libre, independiente y plural”. Kofi Annan
b2

Ruptura de España: dos Artículos

abc.com (España), 14 Sep

Nueces Catalanas /Ignacio Camacho

Que no se exceda el Gobierno, dicen los gerifaltes del PNV, sabedores de que tienen la legislatura agarrada por el mango de sus cinco diputados. Que no aplique el Artículo 155 ni se atreva a requisar las urnas, ni se le vaya a ir la mano ante un referéndum de autodeterminación que el mismísimo Ibarretexe no se atrevió a convocar en sus días más arriscados. No les parece un exceso la consulta ilegal, ni la aclamación popular a Otegi, ni el proyecto de secesión unilateral, ni el golpe institucional de ribetes bolivarianos.

La cuestión que preocupa a los nacionalistas vascos es la respuesta del Estado democrático.

Teniendo socios de esta índole para qué necesitará Rajoy adversarios. La posición de los peneuvistas es esencial en este mandato. Pueden volcar el equilibrio de fuerzas en una moción de censura o vetar el Presupuesto de 2018 y conducir la gobernación del país al colapso.

La deriva de ruptura en Cataluña no les agrada porque los sitúa a ellos en una situación incómoda ante sus votantes más exaltados; les estropea la estrategia y les altera el calendario pero al mismo tiempo les conviene que la crisis abra un replanteamiento del modelo territorial del Estado. El lendakari Urkullu ha emprendido una vía moderada, aunque dice sobre la independencia las mismas cosas que Artur Mas escribía hace quince años. Su pragmatismo es meramente táctico.

 

Los jeltzales nunca han destacado por su lealtad a la nación española -¿hace falta recordar precedentes?- ni por otro compromiso que no sea el que les permita avanzar hacia un proyecto confederado. Su discrepancia con los soberanistas catalanes es de forma y de oportunidad, no de principios ni de objetivos; son parientes políticos cercanos. Intuyen que de algún modo el conflicto les puede acabar beneficiando: cada vez que alguien sacude un nogal ellos acuden prestos a recoger las nueces en su capacho.

Esta advertencia, que en realidad constituye una amenaza, deja al marianismo aislado. El consenso del PSOE es retórico, a regañadientes y de alcance más que limitado; al presidente no le queda más muleta de apoyo -y bastante inestable- que la de Ciudadanos.

Si ya de por sí tiende a ser renuente a medidas de riesgo, el apercibimiento nacionalista le va a volver aún más cauto; puede escudarse en que no resulta viable ejercer la autoridad sin respaldo parlamentario. Va a tener que afrontar estas semanas críticas emparedado entre recelos de ambos bandos; con sus votantes reclamando firmeza, con sus teóricos aliados mirándole de reojo y con los separatistas envalentonados.

Quizá en un hombre de otro carácter podría esperarse un gesto de audacia: que tomase decisiones de filo y a continuación convocase a las urnas para refrendar -o no- su liderazgo.

Hipótesis altamente improbable en un capitán de barco que si algo ha demostrado es su propensión a sortear las tempestades a base de navegar al pairo.

Link  http://www.abc.es/opinion/abci-nueces-catalanas-201709141552_noticia.html

Diputado catalán Gabriel Rufián (izq), en audiencia con Rajoy. (ecodiario.eleconomista.es)

El Papelón de Rufián /David Gistau

En el parlamento de San Jerónimo, un hombre que paseaba una fotocopiadora, igual que Nerval una langosta, acusó ayer a los demás de hacer el ridículo. El efecto cómico fue inmediato y aquellos que reían se perdieron la «punch-line»: Rufián dijo que su papeleta es para consumo propio –como su papelón-, sólo faltó ahí el efecto de sonido del platillo.

Hace tiempo que este cronista decidió no ser cómplice del «show» de Rufián ni contribuir a fortalecer ese personaje con el que ha encontrado un hueco en Madrid, cumpliendo así el sueño provincial de los maletillas tremendistas y de los chistosos del Pasapoga. Despacharemos sin más a ese Rufián cuyas antologías de chistes se venderán en gasolineras y que, con su fotocopiadora, terminó de parecerse al Pijoaparte de Marsé que intentaba integrarse entre marxistas-rococós con una «filipina» para imprimir pasquines.

Todo cuanto Rufián hace y dice es tan grotesco que la vicepresidenta le hace un favor cuando se pone trascendente y emplea con él axiomas democráticos tan solemnes como el juramento de Escarlata de no volver a pasar hambre. La bancada lo aplaude mucho, la paliza que se lleva Rufián es evidente. Pero es un poco como si Churchill hubiera pronunciado el «We Will Never Surrender» refiriéndose, no a la inminencia de la Luftwaffe, sino del circo de los hermanos Tonetti.

En ese sentido, mucho más solvente en términos políticos lo es Domènech, quien mantuvo con SSS un buen duelo acerca de legalidad y pretextos para eximirse uno de su cumplimiento. Las pocas reacciones de un gobierno reticente bastan a Domènech para trazar el retrato de un Estado represor que todo lo patrulla. Se va a poner morado de victimismo como apliquen el 155.

Me interesó comprobar que Margarita Robles necesitaba disculparse ante Mariano Rajoy antes de hacer oposición, que es por lo que cobra. El Godzilla independentista ha provocado tal zafarrancho de alarma y tales necesidades de apoyar al gobierno en la emergencia que hasta para hacer reproches sociales o laborales hay que pedir perdón.

La pregunta de Robles era legítima, por supuesto, cómo no va a poder inquirir una portavoz socialdemócrata sobre la calidad del empleo en España o sobre lo que le dé la gana sin temor a pasar por ello por traidora en una encrucijada de la patria que tiene a todos en la almena, derramando sobre el enemigo pucheros con artículos constitucionales hirvientes. Lo que ocurre es que Robles aún tiene que aprender el oficio parlamentario. No puede desperdiciar un turno de réplica entero con una sola frase/tuit que ella cree demoledora –«Debe usted pasar de lo teórico a lo práctico»-, porque entonces Rajoy la sepulta con datos sobre empleo creado –es decir, sobre resultados prácticos- sin que ella pueda ya ni recuperar ese minuto largo que se dejó sin usar.

Rajoy lo tiene fácil en cuestiones oratorias. Fíjense cómo lo aprietan, que con Rivera estuvo un rato compartiendo educadísimas intenciones reformistas con la Constitución para cuando escampe el golpismo.

Era como ver a dos decoradores de interiores hablando del gotelé durante un terremoto con el cual el edificio se cae a cachos.

Link  http://www.abc.es/espana/abci-papelon-rufian-201709140329_noticia.html

¿Qué opinas?
Cargando...