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Los Cárteles no Existen

Juan Veledíaz /El Sol de México (México), 17 May

En las memorias de los viejos comandantes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la antigua policía política del viejo régimen priista desaparecida en 1985 tras el escándalo que significó la “revelación” que eran un brazo al servicio del tráfico de drogas, existe un pasaje sobre uno de los jefes de la corporación que dictaba las reglas a los jefes de la mafia. Era su peculiar forma de mantener el control aparte de reafirmar la autoridad sobre el crimen.

Cuentan que cuando llegaba a un estado del norte del país decía:

-“Mira, punto número uno: No pases droga por aquí, porque la tengo que decomisar. Punto número dos: No te pongas donde estoy porque te voy a detener. Regla tres: No me generes problemas en la ciudad porque te voy a joder. Cuatro: Que tu mercancía se vaya para el otro lado, no quiero que me la dejes aquí. Cinco: Y cada mes, me mandas mi lana, hijo de la ch”…

Era como funcionaba el pacto no escrito entre la autoridad política-policial y las mafias de traficantes. Casualmente en aquel 1985 cuando desapareció por orden presidencial la DFS, la interlocución recayó con los subdelegados de la PJF.

En su libro Los cárteles no existen. Narcotráfico y cultura en México, Oswaldo Zavala periodista juarense y profesor en la Universidad de Nueva York, presenta una investigación sobre lo que ha significado el discurso con tintes geopolíticos de las agencias estadounidenses como la DEA, para construir al enemigo encarnado en las organizaciones internacionales del tráfico de drogas.

Zavala pone el acento en la producción cultural, que va de películas, libros, corridos, notas y reportajes periodísticos que de manera acrítica han contribuido a “simplificar” el complejo problema de las economías, redes de intereses políticos y factores de poder local, creadas alrededor de los “cárteles”, sostenidos por el gigantesco mercado de consumo de Estados Unidos.

Macabra realidad mexicana. FOTO: nodal.am

“Los cárteles tal y como nos los han querido vender, no existen”, escribe el autor, “existe el tráfico de drogas, pero fuertemente controlado por instituciones oficiales.

Existe la violencia, pero en buena medida perpetrada por el mismo Estado que debería protegernos. La historia del narcotráfico en México es, a fin de cuentas, la historia del perverso sistema político que nos gobierna”.

Uno de los saldos que dejó la fallida estrategia de Felipe Calderón en su idea de “guerra” contra el narcotráfico, fue reducir el fenómeno a un asunto meramente policial.

Donde los bandos estaban divididos de un lado los militares, marinos y policías federales, contra un puñado de bandas regionales que hicieron de sus señas de identidad titulares de película, y series de bandoleros.

El exceso se llamó Caballeros Templarios, donde su líder fue dado por “muerto”, sin evidencia, en voz del secretario de Gobernación.

Pocas veces en los gobiernos del país los “montajes” habían sido tan burdos para “simular” que se “combatía” al crimen, cuando la realidad era que había una política de contención donde la única estrategia clara era el miedo.

Más de 100 mil muertos después, 30 mil desaparecidos y la bancarrota de la autoridad policiaca local, emerge esa otra cara de que los cárteles pintan más como “invento” mediatizado.

 

Link  https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/fuera-de-agenda-los-carteles-no-existen-1692456.html

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