Código Tlaxcala
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Juventud Incluida

Cortesía: Lineadecontraste.com

Que tal amigos nuevamente les saludo con gusto para compartir unas líneas, no sin antes agradecer a mi amigo Juan Ramón Nava, por el espacio otorgado en este prestigiado medio de comunicación digital, el tema del que hoy le hablare es de la participación y la toma de decisiones en la juventud.

El panorama que la juventud ha padecido durante estos últimos veinte años, ha sido adverso, el desencanto de los jóvenes por la política ha llegado a niveles tristes, cuando la juventud como la generación pujante, debería testar considerada en la postulación y dentro de la administración pública, para que de manera activa y proactiva participen en la toma de decisiones del rumbo de nuestro estado y país, sin embargo, la monopolización de los espacios ha sido una constante dentro de la administración pública y más aún ni en las postulaciones a los cargos de elección popular han sido considerados como serios aspirantes, lo anterior no solo son meramente discursos pesimistas, sino que su origen tiene una respuesta en datos duros; en las últimas elecciones presidenciales la participación de los jóvenes en la elección fue mínima, solamente un poco más de la mitad de los jóvenes de 20 a 29 años de edad acudieron a las urnas en las elecciones federales de 2012, sin embargo de manera contrastante del rango de 18 a 20 años hay una participación de los jóvenes del 64%, por lo que los jóvenes que tienen la oportunidad de emitir su voto por primera vez se sienten atraídos a participar en la democracia, sin embargo a partir de los 20, ese impulso se pierde.

El origen de esta apatía que los jóvenes sienten por la política, básicamente se debe a dos factores: la poca representación que sus intereses pueden llegar a tener entre las plataformas electorales de los candidatos, pues muy poco se habla de ello y a su vez los candidatos elegidos, sino que también afecta directamente al número y calidad de los candidatos jóvenes que nos ofrecen los partidos el día de hoy, pues en la última elección solo apenas un 9% de las candidaturas propietarias a diputados federales fueron para jóvenes, y en las suplencias alcanza un 15% el espacio para este sector de la población. Por ejemplo, en 2012 compitieron 418 candidatos jóvenes a diputados federales propietarios de todos los partidos. De ellos, solamente 22 llegaron a la Cámara, haciendo el 3% de los diputados de la LXII Legislatura

Es preciso mencionar que su servidor, está a favor de la inclusión de los jóvenes en la política pues en ellos esta ese motor que hacen posibles los grandes cambios, y como lo he mencionado en columnas anteriores, Tlaxcala y México necesitan ese golpe de timón al rumbo que llevan, y en los jóvenes esta esa fortaleza para lograrlo; si bien el derecho para poder participar como candidato está garantizado por la carta magna y la constitución local, lo que se requiere establecer, es que exista una obligación de los partidos políticos para que al menos un 20% de las candidaturas a los puestos de elección popular sea para el sector juvenil, como mínimo, considero que este es el único mecanismo para lograr la inclusión con un beneficio dual, los jóvenes se sentirán incluidos en la política y la política generara un gran cambio, un verdadero cambio.

Los que, en este momento, tenemos la oportunidad de ejercer un puesto de elección popular tenemos la obligación de generar los instrumentos que entusiasmen a ese sector de la población, que hoy se encuentra desanimado, decepcionado y también porque no hastiado de la actual clase política, y en lo personal, aunque muchos de los políticos de siempre piensen que esta idea es populista, no importa, pues en la juventud se cifran las grandes esperanzas de cambio.

#Porcierto

Agradezco cada uno de los mensajes de apoyo y coincidencia en ideas en lo que escribí la semana pasada, en un juicio colectivo concluimos que efectivamente Tlaxcala se encuentras más que rezagado económicamente, hay una brecha muy grande entre nosotros y otros estados de la república, y aquel que se niegue a aceptarla es porque no vive aquí o no le interesa el crecimiento de Tlaxcala.
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