El Pueblo se ha Volcado a una Verdadera Transformación: Sergio González

FOTOS César Quiñones

 

Se acerca Sergio González Hernández por la acera de Coppel con el celular entre el oído y la boca.

“No encuentro tu changarro…”, reporta.

“¡Ah, ya te vi” -confirma al segundo.

Lo saludamos desde lejos. Camina calmo, como si a la panadería. Viene sin guarura.

Habiendo sido hasta hace pocos días el secretario de Gobierno-cuestionaremos.

-Siempre camino así, como me ven -responderá.

Es uno de los ocho o nueve gallos y gallinas que suenan en MORENA para la senaduría por Tlaxcala. Se lo hacemos notar.

-Tú lo has dicho, se está haciendo costumbre que haya tantos -glosa.

Dejó la SEGOB para buscar un asiento en el Senado de México, casa tradicional de los políticos más experimentados.

-¿Quemó naves? -tanteamos.

-¿Por qué; y si me volviera a invitar la gobernadora? Creo que son ciclos. Tres años con Héctor Ortiz, dos y dos meses con Lorena… ¡Ya casi cumplo un sexenio como secretario de Gobierno!

Admite enseguida: “Sí quemé naves. ¡Como los conquistadores, para que nadie se raje! Le echamos lumbre a la nave ¡y vámonos por tierra!”. Añade: “Ya no regresaría. Cumplí un ciclo en dos momentos diferentes, con diferente sociedad, distintos actores políticos y otra comunicación. Siempre la gobernabilidad como mi principal motivo de atención”.

-¿Tienes un plan B por si la fortuna no te favoreciera?

-El plan B siempre es el ciudadano -rotundo.

Naturalmente, don Sergio aludiría en su visita a Código, a su Texóloc del alma. Ayudó a fundarlo en 1995, merced al “principal movimiento social que se ha dado en los últimos 28 años en Tlaxcala”, consistente en la creación de dieciséis nuevos municipios tlaxcaltecas.

-Había un grave problema de violencia. Muy fuerte; que se tranquilizó gracias a esa decisión – explica.

 

CAMINO A LA POSTULACIÓN

Es desde ya un favorito para el Senado por Tlaxcala.

Posee experiencia de sobra, como legislador y funcionario. Dos veces ha ocupado el cargo titular de SEGOB, crucial para la política y la seguridad interior del estado. Así mismo sustenta la aspiración su nombramiento el pasado viernes -mientras redactamos- como coordinador estatal 4T.

Fue, en palabras del aspirante, un “vibrante encuentro”. Asistieron (y le vitorearon) miles de morenistas. En Tlaxcala no hay elección de gobernador, así que tal distinción de coordinador estatal pasa a la elección jerárquica inmediata, la de senadores.

-No basta ganar en la encuesta. Son muchos otros factores -aclaró antes en la oficina de Código, al abordar sus posibilidades de aparecer en la boleta de 2024.

Pero además podría ganar la encuesta. Ha optado por una campaña dinámica, con la comunicación como pivote. A través de internet, su equipo distribuye lonas para las casas y calcomanías para autos. Hacen ruido, se dan ánimos los milicianos.

-Trae un equipo tremendo en redes. Va como espuma, ayer contamos 26 grupos de simpatizantes solamente en whatsapp -asentamos.

-Déjenme checar (revisa su cel). Ya van 34, se agregaron 8 nuevos -actualiza el dato.

-¿Nos confesará su secreto para armar una campaña exitosa en redes?

-¡No, no! ¡Se van a enterar los competidores! -bromea.

-¿Tiene espectaculares?

-No.

-¿Bardas?

-Sí, bardas sí.

-¿Qué significa la placa?

-Esa idea viene de la campaña de nuestra candidata presidencial Claudia Sheinbaum, el mérito es de su equipo.

 

PASADO Y PRESENTE

Un recuerdo de Sergio González entre los asistentes a la primera protesta de padres y madres de los muertos de Ayotzinapa, en el zócalo de Tlaxcala allá por 2015, justo frente al palacio de gobierno cuando mandaba Mariano González Zarur, da pábulo a otras remembranzas.

Recuerda haber escuchado a López Obrador durante un viaje a Izúcar. Estacionó el auto y caminando se sumó al mitin del tabasqueño. Tras eso conocería en Tlaxcala a Gonzalo López, un hijo del actual presidente de México.

El también expresidente estatal del PAN hace una breve pausa. Parece otear algún riesgo de incomprensión.

-No hay transformadores electropuros -apuntamos al desgaire. Empezando por AMLO, prácticamente todo político mexicano vigente ha transitado por cuando menos dos partidos.

Al cabo se anima Sergio González, texolocense al fin, a ahondar el punto. “Ya le comenté a mi papá de ti. ¡Oye, en el PAN también ha habido grandes hombres!”, recuerda que le dijo un día Gonzalo.

-Efectivamente, le contesté. Pensadores, demócratas y luchadores sociales. Ha habido un Clouthier, un Luis H. Álvarez ¡que hasta cerró el puente internacional! Pancho Barrio a mí me dejó marcado.

“Recuerdo que cuando estaba en su parte final la campaña de Héctor Ortiz, empezó la presidencial de 2006. En un cierre grande que hubo aquí en la explanada del mercado desfilaron todos los que aspiraban a la grande, entre ellos Pancho. Vino Cárdenas, vino Felipe Calderón, y Santiago Creel. Volvió Barrio a la toma de posesión de Héctor, en enero de 2005. Éramos nuevos, políticamente. Yo venía saliendo del primer cargo de representación popular que tuve, una diputación local”.

 

-¿Ha sido presidente de Texóloc?

-No. Pero fui integrante del consejo para pelear la municipalización. Y cuando ya Texóloc se hace municipio, el congreso nombró un Consejo Municipal del que también fui integrante. Ahí arranqué.

-Covarrubias andaría en pañales… -suelta Antonieta un buscapiés. Nos reímos todos.

Retoma Sergio el hilo:

-Regresando, Pancho Barrio se quedó aquí en Tlaxcala. Ya sabrán: la comida, jóvenes políticos como Escobar y Benjamín, en fin, aquello se convirtió en una tertulia. El último en irse fue Pancho. Qué tipo eh. Nos dijo: ‘Saben qué, jóvenes, van a estar en el gobierno y les quiero decir algo: No se acostumbren a que les carguen el portafolios, aunque a veces alguien los tenga que asistir’.

-¿Nunca andas con guaruras, Sergio?

-Traigo asistente; no guarura. Un día me dijo Héctor: ‘Cuídate, necesito que te cuides porque si al secretario de Gobierno le sucede algo se desestabiliza el estado’. Debe ser uno precavido. ¡Pero no lo acostumbro pues! En estos dos últimos años, anduve nomás con asistente”.

Extiende la anécdota, hasta cerrar el pasaje con una cortesía a los anfitriones:

-Todo eso que les platico me dejó una enseñanza. Mi conducta política parte de ese 15 de enero de 2005, de esa tertulia, esa tarde con Francisco Barrio. ¡Norteño, chihuahuense como ustedes!

-Dicen que su sucesor trae seis guaruras y tres camionetas, ¿será porque en Morelos el ambiente es mucho más tenso que en Tlaxcala? -tentamos.

Viejo lobo de mar, nomás sonríe don Sergio ante tan ingenua insidia…

 

IDEAS POLÍTICAS

Horas después de la charla con Sergio González, Omar García Harfuch, un favorito de Claudia Sheinbaum y claro ganador de la encuesta para la CDMx, perdió la nominación a la jefatura de Gobierno ante Clara Brugada. No basta pues la encuesta; en el caso contó más el factor paridad de género.

-¿Confías, Sergio, en la encuesta de MORENA? -habíamos preguntado horas antes.

-Sí, confío. Pero no es definitoria. La trayectoria cuenta. También tu participación en la lucha social. Y, claro, el compromiso con los valores de la Cuarta Transformación. Es parte de la solicitud que llena el aspirante a un cargo por MORENA.

“Confío en el método de selección porque sé que no es lo único a valorar. Como lo han mencionado el presidente y Mario Delgado, además de la encuesta hay muchos elementos para analizar”.

-¿Vas a ganar, Sergio?

-Voy a ganar.

Justo entonces irrumpe César; alcanzó a escuchar.

-¡Vas a ganar! -le echa porras entre risotadas.

 

Un gusto platicar con Sergio González así, siendo ya exfuncionario. Alguien saca a colación la semejanza entre los vaqueros de Texóloc y del Norte, directos, francos, teatralmente entrones. Nos hizo la mañana la honrosa visita del exfuncionario que busca ser candidato al Senado.

Algunas frases textuales resumen, a modo de colofón, el ideario y el talante político de Sergio.

-“Al presidente López Obrador siempre me gustó escucharlo. Un día iba caminando por Santo Domingo, en la Ciudad de México; había un mitin de él y me paré, fue la primera vez que lo escuché. Su lucha en ese momento era la democracia en este país.

“Llegó dos veces a Texóloc, antes de ser presidente. Como la casa de ustedes está bien frente a la plaza, las dos salí a escucharlo. Era una gente que tenía una atracción y un liderazgo basado en los conceptos que vertía en sus mensajes, hablaba de ideales. No me costó en su momento caminar junto a él”.

-“La diferencia son los hombres, el actuar de los dirigentes. A ver ¿qué partido propone el mal? Luego, claro, hay propuestas. Y en las propuestas, hay desde luego diferencias, aunque también coincidencias. Primera, la lucha por la democracia. Falta avanzar en una cultura democrática. No podemos hablar de que haya una formación en nuestra población, una cultura así entre todos nosotros. Nos falta”.

“Los conservadores, como los llama el presidente, no acaban de aceptar que el pueblo se ha volcado a verdaderamente impulsar una transformación en este país, bien encabezada por el presidente López Obrador. ¿Por qué bien encabezada? Porque sí le dio un giro total”.