Código Tlaxcala
“Ninguna sociedad democrática puede existir sin una prensa libre, independiente y plural”. Kofi Annan
b2

El Machete… ¿Cirujeado?

Ardo en deseos de leer el número extraordinario de El Machete que conmemora la Revolución Bolchevique, presentado ayer en el marco de la Feria del Libro de la CDMx.

De entrada la primera frase de la noticia de un diario español: “Repensar la izquierda desde la izquierda…”, me hace preguntar ¿y por qué, nomás para variar, no repensarla desde ópticas más plurales?

Entre los colaboradores cita la nota algunos dinosaurios rojizos, encabezados por su director Roger Bartra -y ex director de quince números de la revista patrocinada por el Partido Comunista de México entre 1980 y 1981-, escritor, investigador emérito de la UNAM y honorary research fellow de la de Londres, único humanista mexico-catalán multitraducido al inglés (diez libros), miembro de la Academia Mexicana de la Lengua desde 2012 y ganador al siguiente año del Premio Nacional de Ciencias y Artes.

También Marco Rascón, ex guerrillero de la 23 amnistiado por Jolopo, devenido en Superbarrio-acarreador-de-votos-pro-Cuauhtémoc, cofundador del PRD, periodista, diputado interpelador -enfundado en cabeza de cerdo- de Zedillo, vendedor de pescado frito podrido (según presuntos comensales insatisfechos que pidieron su expulsión de La Jornada), odiadísimo desde 2011 por las huestes del Peje Obrador, aspirante a la jefatura de gobierno -destapado el pasado viernes- por el Partido Humanista, ex cuñado del exgobernador de Tlaxcala y hoy aspirante a senador José Antonio Álvarez Lima.

(elpais.com)

 

También Juan Villoro, otro descendiente de la pléyade de enemigos de Franco emigrados a México que -aunada a los damnificados de los militares chilenos, argentinos y uruguayos arribados tres décadas después- acentuó el sesgo izquierdista en la cultura nacional prohijado por el agente de la Komintern Lombardo Toledano y el tata Lázaro. Como su padre Luis (catalán como Agustí, el papá del director), Juan representó al gobierno de México en el exterior (desde muy joven, a los 28) y ejerce la literatura y el periodismo. Merecedor de numerosos reconocimientos literarios –entre los cuales los nacionales Villaurrutia y Mazatlán-, finalmente fue propuesto en 2014 para un asiento de El Colegio Nacional.

La nota incluye al octogenario marxista Antonio Negri, quien huido a Francia tras implicarlo el gobierno italiano con la Brigadas Rojas y un plan para asesinar a Aldo Moro, volvió a su país natal luego de pactar una parte de la condena criminal de 30 años.

Al lado de los dinosaurios rojizos, un chico de 25 años llamado por El Universal “el tataranieto millennial de Marx”, la última promesa de la izquierda mexica: Luciano Colcheiro, tercero con ese nombre de la dinastía iniciada por un abuelo exilado –para no variar- de España que se afilió al PCM, ha estudiado en Harvard y Cambridge, es medalla Gabino Barreda al igual que El Mosh y está siendo reeducado por Enrique Semo y Roger Bartra.

De Chistopher Domínguez Michel, otro de los colaboradores del número conmemorativo de la “hazaña” de Lenin, Trosky y Stalin, hay en internet mil notas relativas a sus ensayos, colaboraciones periodísticas –en el viejo Machete, por cierto, además de las principales revistas mexicanas-, y casi tantos premios como Bartra y Villoro, aunque curiosamente nada pude encontrar acerca de su origen familiar, ese dato tan significativo –por lo oteado a matacaballo en la web- en la subcultura mexicana.

Para completar la nostalgia, el diseñador del nuevo número es el mismo Rafael López, cuya portada (un Lenin con cuernos de diablo) ha sido tildada no sin cariño de “irreverente”.

(comunicacion.senado.gob.mx)

 

Me como los codos por la curiosidad. A casi tres décadas de la caída del Muro de Berlín y más de sesenta de las revelaciones de Kruschev ante el XX Congreso del PCUS sobre los horrores del reino de los proletarios prometido en 1917, ¿habrán guardado durante la presentación de El Machete al menos un minutito de silencio por tantos asesinados en la URSS, China, Albania, Alemania Oriental, Yugolsavia, Polonia y demás satélites del Estado totalitario?

¿Y que dirán en sus textos nuestros tan notables intelectuales mexico-españoles: habrán superado, por fin, el horror vacuis que provocó la verdad entre comunistas de las “repúblicas” del oriente de Europa, donde –según Deutscher- hubo incrédulos que hasta se desmayaron debido a la impresión que les causó la sinceridad a medias de Kruschev?

¿Ofrecerán una disculpa post mortem los macheteros de hoy, soltarán al menos una lagrimita por las víctimas indefensas de los Khmer Rojos, Fidel Castro y el Ché? -¿o seguirán pensando como antes que las personas somos cifras, una insignificante estadística colateral de las Grandes Ocurrencias de los filósofos?

Mala señal: al “irreverente” López no se le ocurrió siquiera ponerle un moñito negro a la portada de la revista que desde febrero presentaron los artífices en el Senado de México.

¿Será El Machete conmemorador uno cirujeado, revolcado o amnésico?

COHETERÍA

+Los que responsabilizan a los normalistas rurales de Ayotzinapa o Panotla por su ideario comunista, deberían meditar un poco acerca de la responsabilidad que cabe al gobierno de México a través del Fondo de Cultura Económica (institución que puso el dinero para la reedición de El Machete). Y es que no sólo acogió la editorial del Estado mexicano la primera traducción castellana de El Capital realizada por el refugiado español Wenceslao Roces, sino fungió como una de las principales agencias mundiales de difusión de la publicidad del estalinismo y el maoísmo. Todo, claro, para contraponer a la odiada democracia norteamericana una dizque opción alternativa vendida entre los tercermundistas latinoamericanos como “ciencia”.

¿Qué opinas?
Cargando...