Aumentos en la canasta básica y de la inseguridad; el reto del gobierno Federal y Estatal

Esta semana inicio reconociendo que en los comentarios de la semana pasada, hice una omisión al señalar que nadie de los dirigentes del gremio periodístico, se había manifestado para exigir que ya se paren los hostigamientos y asesinatos de compañeros periodistas, situación que si fue mencionada en el discurso del Presidente de la UPET, Moisés Morales, lo que habla de que hay unión y preocupación porque se respete la Libertad de Expresión, ahora sería bueno que la dirigencia periodística gestione un monumento en reconocimiento a los periodistas que ya murieron como un reconocimiento a su labor periodística y que los eventos no los controle y condicione  la gente del gobierno, quienes son prepotentes y excluyentes.

Pasando a otros temas, varios lectores de esta columna me pidieron  hacer pública  su preocupación y rechazo a la inflación que constantemente está propiciando que los productos de la canasta básica estén cada día  por las nubes, lo que viene generando que miles de familias estén en la antesala de la pobreza extrema, si bien, el gobierno federal y estatal, vienen implementando una serie de programas sociales, para apoyar a diversos grupos sociales, estos se hacen insuficientes, pues si bien hay que reconocer que los apoyos benefician a millones de personas, estos no benefician a otros millones de familias que no gozan de estos regalos, y  que tienen que pagar luz, agua, gas,  gasolina, alimentos, medicamentos, transporte, colegiaturas y toda una serie de necesidades que tienen contra la pared, a la mayoría de mexicanos y tlaxcaltecas, que con sueldos de tres, cinco mil o siete mil  pesos quincenales, tienen que hacer milagros para sobrevivir, lo que hace urgente replantear la estrategia económica tanto del gobierno federal como estatal, ya que es bueno que  den y regalen apoyos, pero estos sólo benefician a unos cuantos, pero la mayoría de la sociedad esta asediada por los constantes aumentos, amén de que el regalar está creando una cultura de conformismo y de que grupos de poder lucren y hasta fomenten la corrupción, y un ejemplo claro es el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, donde funcionarios estatales y municipales, solicitan o condicionan el apoyo económico a estos jóvenes y les piden la mitad del apoyo mensual a cambio de que sólo se presenten una o dos veces por mes y como este caso hay varios programas que se prestan para negocios redondos, sino pregúnteles a los regidores de los municipios, a los servidores de la nación y funcionarios o trabajadores de medio pelo de los gobiernos federal y estatal.

Otro tema que me pidieron tocar  en mis comentarios  es el  referente a la seguridad y la violencia, que cada día aumenta más, no sólo en el país, sino en nuestro estado, ya que lo que se veía como algo muy distante, hoy ya es cotidiano, los asaltos, robos, asesinatos, feminicidios y una serie de actos delictivos  que van en aumento en el estado,  considerado como uno de los más seguros del país, calificativo  que ha servido como discurso para justificar el aumento de actos delictivos,  si bien la gobernadora ha tratado de implementar políticas públicas en materia de seguridad, estás no han cumplido, primero; porque al inicio de sexenio el Secretario de Seguridad Ciudadana, estuvo más ocupado en resolver sus problemas con la justicia federal, lo que lo llevo a dejar tirada la seguridad de los tlaxcaltecas, y huir según comentarios, protegido por quienes eran sus subordinados, con la llegada de un nuevo Secretario de Seguridad se esperaba un cambio, sólo que el general retirado se ve que no conoce el estado y los problemas que hay en los 60 municipios, principalmente porque en la mayoría de  los ayuntamientos los sueldos de los policías son muy bajos, lo que origina corrupción y hasta asociación delictiva, en este rubro tanto  el gobierno federal como estatal, deben replantear sus políticas en el rubro de seguridad, ya que tan mal estamos que la Iglesia Católica ya se manifestó públicamente exigiéndole al Presidente López Obrador, que reconozca que ha fallado en su política de seguridad, la cual debe replantear, por cierto sería importante revisar los requisitos  para contratar policías, hay cosas que se pasan por alto cuando los ayuntamientos o el estado contratan, como por ejemplo que el personal debe tener como estudios mínimos la preparatoria y que deben cumplir con exámenes de confianza, ya que esto los hará actuar de la manera correcta. Aunque lo más importante de señalar es el mínimo presupuesto para seguridad, lo que hace que los pocos policías que trabajan en los municipios no tengan gasolina para realizar sus rondines, sus patrullas son carros chatarra,  su armamento es viejo, obsoleto o de plano no existe, lo que hace que los delincuentes tengan mejores armas y  carros para delinquir y  huir fácilmente, amén de que los policías no tienen seguros y sus  prestaciones son muy limitadas, ante este panorama nada halagador,  la gobernadora debe hacer a un lado sus discursos de que la seguridad es buena, y mejor debe poner a trabajar a los titulares de las diferentes dependencias encargadas de la seguridad de los tlaxcaltecas, para que los resultados realmente sean positivos, es necesario más presupuesto para los sueldos de las  policías estatal y municipal, y que se terminen los discursos triunfalistas en materia de seguridad.

Por último, quiero tocar un tema que me comentaron algunos trabajadores que prestan sus servicios como meseros en diferentes restaurantes del estado, para contexto lo siguiente: cuando se paga una cuenta en un restaurante, sino se les da el 10 o 15 por ciento del total de la cuenta, estos se molestan,  siendo que la propina no es obligatoria, pero me comentaron que en la mayoría de restaurantes, la propina es el sueldo, lo que de ser cierto, sería explotación laboral, que viven estos trabajadores, ya que los dueños están obligados a darles un sueldo  y que las propinas sean sólo eso, también comentaron que no tienen prestaciones, no les dan aguinaldos y sus horarios no son respetados. No hay  pago por tiempos extras, amén de que varios de los dueños son unos verdaderos  caciques, que tratan a los trabajadores con gritos y prepotencia, y los condicionan para ser meseros, barrenderos, conserjes, veladores y mil usos, esto mismo sucede con las trabajadoras domésticas quienes en su mayoría no tienen prestaciones ni están afiliadas al IMSS como lo marca la ley, lo que debe despertar a las autoridades de la Secretaria del trabajo  para que protejan a estos trabajadores.