Antonio Ayala: Lascas

Antonio Ayala es un adelantado a los quehaceres de su edad y del placer.

Puestas las manos infantiles sobre el papel, empezó a dibujar, a crear, a imaginar, a exponer y a vender. He ahí el origen. De ahí su devoción ilímite, reverente, irreversible.

Para ser justos, convendría escribir de él como el pintor que revisa a diario –con esa memoria prodigiosa que le pertenece– la historia del arte, toda, y persigue con afán la concepción de su propia obra, cuadro por cuadro, para instalarlo en la eternidad.

Lascas confirma una etapa de recia madurez; aquí el pincel de Ayala es piedra pequeña, delgada, filosa, que traza con valor el dolor del hombre. Su discurso es la hermosura y la canallada humana, la existencia puesta en angustia y la luz salvífica elaborada no sin coraje y riesgo cromático.

Si bien, Lascas se nos propone como una serie de cuadros cuya reiteración reside en un signo elegido: un barco de papel –fragmento combativo y frágil, doblado del cuerpo pero erguido hasta lo inverosímil–, a la vez devuelve la reflexión a través de situaciones angustiosas en las que la humanidad es protagonista principal.

Antonio Ayala prueba ser un pintor de convicciones más que de experimentos, hace un doloroso esfuerzo por ir más allá de la técnica sabida y la apropiación de sus temas y colores (realismo puro, surrealismo, altos contrastes), para mostrar en esta exposición individual un eje tonal de reclamo sostenido; nos recuerda la ira que se requiere para vivir, para evidenciar situaciones punzocortantes cual piedras afiladas desprendidas de otras (tragedias) más grandes.

Lascas es herida, lucha, piedad, estría, destino, plenitud embrollada en óleo sobre tela que instala una realidad que avanza hacia nosotros por el camino de los sentidos.

*Lascas, exposición individual del pintor tlaxcalteca Antonio Ayala. Inauguración: 14 de junio, 18;00 h. Galería Domingo Arenas, Zacatelco, Tlax. Centro. Primera Sección.