contacto@codigotlaxcala.com
2461205398 / 2461217662
Por pura suerte encontraron a Lucky. Habían salido de su casa en el centro de la ciudad de Tlaxcala, ayudándose con un costal hasta donde hace parada el camión de la basura. Allí estaba el poodle, revuelto entre otros desechos.
Efectivamente alguien, tal vez un dueño desencantado porque la mascota había dejado de ser un cachorrito encantador, decidió desecharlo. Lo dicen las evidencias. Atarlo de manos y pies; envolver la cabeza en una bolsa de hule; arrojarlo al camión…
Venía de un largo maltrato a juzgar por unas costras negras que cubrían casi toda la rosada piel del can diseñado para convivir entre mimos y almohadones con la aristocracia humana.
Madre e hija nos cuentan la historia en una mesa del Portal Grande de la ciudad de Tlaxcala, México, mientras el suertudo Lucky observa atentamente, trepado a las piernas de la sexagenaria.
Lo aman. Y él, pese a tanto y por eso mismo, lengüetea con afecto perruno a sus damas, duquesas, marquesas, condesas, princesas y reinas. Para decirles que también las quiere.
De aquello hace ya tres largos y muy felices años.