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La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, diversos tratados internacionales además de la Declaración universal de los derechos humanos, entre otros, reconocen expresamente que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión, así como el derecho de difundirlas por cualquier medio de comunicación.
Los anteriores son factores importantísimos para mostrar la opinión ciudadana acerca de la realidad del país, la actuación de nuestros gobernantes y nuestras necesidades colectivas, generando así el debate necesario sobre los asuntos de interés general.
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Con la reciente legislación sobre la seguridad interior en el país, este derecho se ve vulnerado, porque entonces todas las opiniones vertidas de parte de la sociedad hacia las instituciones, representarían una ofensa para el Estado; con estas medidas no dejaremos de ser asesinos, ladrones y traficantes, sólo se pretende ya no poder evidenciar toda la corrupción existente.
En este contexto, los medios de comunicación jugamos un papel muy importante al convertirnos en el canal importante, por el que la población exprese su calificación sobre sus gobernantes e incluso denunciar actos de corrupción.
En ese sentido es importante que los medios mantengamos una absoluta independencia, para poder divulgar información y ser plataforma de opinión libre de cualquier tipo de censura oficial, o cualquier otro tipo de injerencia, permitiendo que el ciudadano reciba información, veraz, confiable y objetiva.
Los gobiernos deben garantizar las libertades de expresión y de difusión del pensamiento además de ser tolerantes a la crítica ya que desde el momento en que se convierten en figuras públicas quedan expuestos al escrutinio de la sociedad, para la cual trabajan.
Es importante la revisión de la conveniencia de mantener la tipificación de los delitos contra el honor, a efectos de que los mismos sean regulados desde la perspectiva del Derecho Civil, específicamente en protección de derechos fundamentales como el honor, la intimidad, y la imagen personal y familiar, contradictoriamente éstas sanciones se puede convertir en un mecanismo de control respecto a la libertad de expresión.
La ciudadanía por su parte tiene la responsabilidad de informarse adecuadamente, buscando un equilibrio en los medios a los que recurre con tal fin, para de esa manera evaluar el desempeño de los gobernantes, exigir resultados, proponer soluciones creativas y para contar con elementos suficientes al momento de decidir especialmente al momento de las elecciones en sus distintos niveles.
En la medida en que se respete la libertad de expresión y además los medios de comunicación informen y formen opinión de manera objetiva se podrá fortalecer el sistema democrático, el respeto a los derechos humanos, el fomento de valores y principios, Considero que el respeto a la libertad bien informada es el camino para abatir y evidenciar cualquier acto corrupto, que ahora se pretende esconder.