No Robar

La colaboración anterior, versó sobre “No mentir”, primer mandamiento de Andrés Manuel candidato, que López Obrador presidente, no cumple.

Al abordar el segundo mandamiento andresino, no me detendré en la parte económica, de “No robar”. Las evidencias existen, pero al igual que ha pasado con el manejo del COVID-19, se han minimizado y de pronto parecieran desaparecer, pero ahí están, para quien quiere ver.

La evaluación del World Justice Project (WJP) hecha pública en octubre de 2021, ubica a México en el lugar 135, de 139 países evaluados. Es decir, México es el quinto país, más corrupto del mundo. Esta caída tiene múltiples causas, una de ellas, que ahora más del 80 por ciento de las compras y contratos del gobierno federal ya no se licitan. Además, si el propio presidente minimiza los actos de corrupción de su gobierno, es lógico que ahora haya más corrupción. Ante esta realidad, diputados federales y senadores de la República le están fallando al pueblo, a los electores, pues no están cumpliendo con su función fiscalizadora.

Jaime Cárdenas Gracia, llegó al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y en menos de 100 días encontró que valúan con maña casas, terrenos y autos; a las alhajas, les quitan las piedras buenas y raspan el oro; roban los bienes mal habidos y los rematan, rasurados, en subastas manipuladas para favorecer a empresas o particulares determinados previamente. Lo informó al presidente Andrés Manuel y públicamente, ante la carta de renuncia de Cárdenas Gracia, López Obrador dijo que era “asunto politiquero”, que no había irregularidades y que no había nada de qué preocuparse.

“Por décadas, Andrés Manuel López Obrador ha vivido y sobrevivido del dinero público oscuro – gracias a aportaciones del propio Gobierno contra el que protesta-, para apaciguar sus manifestaciones públicas que, en la práctica, han tenido, en ocasiones, una finalidad: recibir dinero del Gobierno. Cuando López Obrador encabezaba –durante el sexenio salinista– sus “Éxodos por la democracia” de Tabasco a la Ciudad de México, recibía “subsidios” por parte del entonces regente Manuel Camacho Solís, con tal de que el tabasqueño desocupara la plancha del Zócalo, sobre todo cuando estaban próximas las celebraciones del 15 de septiembre. ¿Quién era el encargado de entregar el dinero, personalmente, a López Obrador? Marcelo Ebrard, en su calidad de Subsecretario de Gobierno.” (sinembargo.mx/Martín Moreno-Durán. 14.07.2021).

Pero no solo se trata de dinero. Se trata también, de que se están robando nuestros derechos. El derecho a la salud. El derecho a la justicia. Pretenden robarse las libertades, también.

Hoy, ante las mutaciones virales que estamos sufriendo, es necesario no perder de vista que mandata el artículo cuarto constitucional. El cuarto párrafo dispone: “Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud…” El noveno párrafo ordena: “En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez.”

Jaime Sepúlveda Amor, director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California en San Francisco, señaló: “La complacencia de las autoridades en México es muy peligrosa. Una y otra vez hemos visto que las autoridades sanitarias y el propio presidente han minimizado la gravedad de la pandemia en cualquiera de sus fases anteriores… me irrita y me sorprende: cómo en México no se ha aprovechado la experiencia adquirida en otros lugares. No se tomaron las precauciones debidas aprovechando el tiempo que nos daba que la epidemia estuviera ocurriendo principalmente en otros lugares. Dos años después seguimos cayendo en los mismos errores. Ni los amuletos del presidente, ni las declaraciones optimistas y complacientes en las mañaneras van a evitar que la variante ómicron llegue a México y va a llegar con mucha fuerza. Vamos a tener una nueva ola a partir del mes que entra y no se están tomando las providencias necesarias, incluyendo la vacunación como refuerzo con vacunas de alta calidad… la falta de anticipación sí es un error humano… Delta u ómicron no son las últimas variantes, van a seguir surgiendo nuevas en la medida en que no tengamos una cobertura de vacunación universal… Hay países… como Brasil, México, Reino Unido, el Estados Unidos de Trump y otros con gobiernos populistas que han tenido una alta responsabilidad en el crecimiento de la pandemia y la alta mortalidad… en México… la mayor parte de la responsabilidad recae en el Gobierno y su irresponsabilidad al minimizar la severidad de la pandemia… El primer gravísimo error fue minimizar el uso de las pruebas diagnósticas. México es el país que hace el menor número de pruebas en relación al número de casos que tiene en el continente. Es una vergüenza. Después fue el asunto del cubrebocas. El presidente no lo usa, no da el ejemplo. La Secretaría de Salud ha modificado gradualmente su opinión: desde la negación absoluta de su utilidad a últimamente recomendarlo más. Ese fue un segundo error grave…” (elpais.com 31.12.2021).

El hecho de que personal de la medicina privada, y las y los menores de edad, tuvieran que recurrir al Poder Judicial para que se les aplicara la vacuna contra el COVID-19, es la evidencia suprema e irrefutable de que el gobierno federal está robando la salud a las y los mexicanos. Independientemente de lo expresado por uno de los epidemiólogos más reconocidos, como Jaime Sepúlveda, es lamentable que, por no cumplir con lo dispuesto en el artículo cuarto constitucional, México ocupe el quinto lugar en número de fallecidos por COVID-19. Centenas de miles de contagios se pudieron haber evitado, si se hubieran tomado medidas de salud pública elementales y si se hubiera dado una respuesta más enérgica y más temprana ante la pandemia. Por lo visto, la ausencia de la ciencia, seguirá dominando en las decisiones del gobierno federal.

Esto es un verdadero atraco a la salud de las y los mexicanos. ¿Deliberado? El que siga Gatell al frente de la “estrategia” (¿Cuál?) COVID, da lugar a pensarlo. Si se hubiera querido corregir, y por ende disminuir el número de contagios y de muertes, un primer paso hubiera sido su relevo desde 2020. Ni siquiera eso. Como si no pasara nada. Como si el número de muertos fuera algo normal, esperado. Este es el nivel de insensibilidad en el que estamos, como país. Es la Necropolítica en acción, al amparo y con la bendición y complacencia de la 4T.

Lo cierto es que la recurrencia al derecho de amparo, habla de que en México no se puede seguir esperando. Es necesario actuar. Ejercer los derechos constitucionales y humanos reconocidos universalmente. Las omisiones en el cumplimiento de la Ley, por parte de cualquier servidor público, son negligencias que no pueden ni deben ser consentidas ni toleradas, peor, si ponen en riesgo la vida y más, que han provocado la muerte de decenas de miles de mexicanas y mexicanos.

No se puede permitir que nos sigan robando la vida, la salud.