Milei & Messi

Milei ganó dos años más el domingo. Una tregua en la guerra con el peronismo al que ahora empareja en diputados aunque aún no en senadores. La guerra seguirá nadie sabe por cuánto tiempo. Bien vista fue una victoria circunstancial.

No falta razón al papista Grabois cuando atribuye a Trump el sorprendente vuelco en el lapso de siete semanas. El kirchnerismo había arrasado apenas el 7 de septiembre en el conurbado de Buenos Aires que abarca 40% de los electores; antier perdió su principal nicho con cifras exactamente invertidas. Fue muy claro el mandatario gringo con los argentinos: o apoyan la lucha de Milei contra el socialismo woke o “no seré generoso”. De frente, como debe ser, sin retórica engañosa. A cambio de su respaldo a La Libertad Avanza, Trump ofreció a los argentinos comprar devaluados pesos argentinos hasta por 20,000 millones de dólares, y hasta el doble si fuera necesario.

Messi nos regalará tres años más, según su contrato de renovación con Inter Miami. La noticia es que jugará el Mundial 2026 ya casi cuarentón, a los 39. Será su último gran reto deportivo la busca del bicampeonato, logrado hasta ahora sólo por Brasil (1958-1962) e Italia (1934-1938).

Mucho más que logro deportivo, de ganar el bi haría Messi un colofón perfecto al nuevo libro que escribe desde USA. A diferencia de los europeos, los gringos han tratado con afecto y respeto a la familia Messi-Roccuzzo. Se les ve cómodos. Nuevo y milagroso, instantáneo “efecto Messi” en la tierra más fértil del planeta.

Afuera, en el mundo global está ocurriendo una lucha real, con muertos y heridos, entre amigos de dictadores y partidarios de la libertad política. Dos narrativas globales opuestas de las que pocos pueden sustraerse. Así lo han reiterado una y otra vez los generales del gobierno Trump: Rubio, Hegseth, Bondi, además del propio presidente. Tomen partido y seamos socios, propuso sin ambages a los argentinos. O el amigo Milei -o la amiga de China, Rusia y Cuba, la rea domiciliaria Cristina Fernández vda. de Kirchner. Otra forma de decirlo: o La Libertad Avanza, o Nicolás Maduro. Bajó algunos puntos la participación, pero sigue siendo entusiasta en unos comicios de voto obligatorio. Punto para Trump.

Tan contento parece estar en Miami el hombre más popular del mundo y acaso de la historia humana en vida, que este año ganó otro Balón de Oro y casi seguramente el premio al mejor jugador de la temporada MLS. ¡29 goles y 16 asistencias en 28 partidos! Si se incorporaran los brasileiros Neymar y Alves en relevo por Busquets y Jordi, el libro de Miami ganaría en dramatismo. Alves viene de la prisión y Neymar no acabó nunca de consagrarse; grandísimos futbolistas, ambos anhelan una última oportunidad y pueden hallarla en el país de las oportunidades al lado del querido amigo que (otra vez) sigue siendo el rey.

El reto del político es harto difícil: sentar las bases para que una nación pueda salir de la pobreza y supere la miseria moral de sobrevivir de apoyos sociales del gobierno, esa celada populista. Cuenta con dos años para gestionar con la bisagra neutral del congreso las leyes indispensables al proyecto de reconstruir bajo fuego y en libertad una economía de mercado sana y justa. Como la de USA cuyas bondades se vienen probando con éxito en el sudeste asiático desde hace medio siglo.

El reto del futbolista, imposible. Todos lo dicen, también los que lo quieren y por supuesto los ofendidos por el resplandor de Messi, al que vienen exigiendo desde hace una década que por favor ya se retire, que por fin se sienta viejo. Un bicampeonato anularía a los críticos y le daría fuerzas para lo inevitable: superar los mil goles oficiales, la última ilusión de Cristiano Ronaldo, su némesis artificial.

Si lograra su objetivo hercúleo se consagraría Milei como un campeón mundial de la libertad. Si Messi fuera bicampeón, y sumara más de mil goles en su cuenta personal, se convertiría en el héroe real de un cuento de hadas real, inalcanzable para poetas, cuentistas y novelistas.

Milei y Messi tienen en común ser argentinos, enfrentar sendos retos epopéyicos, inspirar a millones y tener enemigos de vida o muerte. La vida genuina puede ser muy emocionante.

El mensaje de Milei y Messi es claro: se vale soñar porque sólo se vive una vez. ¡Hic et nunc, carpe diem!

COHETERÍA

DEL PULQUE Si se escribe la palabra Pulque en Google, la primera página en aparecer es una del gobierno federal con el artículo “El pulque: el néctar ancestral de México”. Lo mismo que el título, el apartado histórico del artículo habla de un pulque mexicano. Otra dirección gob.mx asegura que la bebida aparece en un relieve de piedra del año 200 d,C. y que su consumo remonta a medio milenio antes. La primera mención a Tlaxcala en dicho artículo, está entre los tres estados que encabezaron la producción de pulque en 2022: Hidalgo (107 mil toneladas), Tlaxcala (43 toneladas) y estado de México (17 toneladas).

Sin embargo, no son lo mismo las etiquetas Pulque de Tlaxcala y Pulque de México. El Queso Manchego no se llama Queso Español. Por ello fue acertada la presentación ante el IMPI, en el marco del anuncio en Tlaxcala de su estrategia nacional “Herencia y origen”, de la solicitud de registro de la marca Pulque de Tlaxcala. La presentó Luis Antonio Ramírez, titular de Gobierno, a Santiago Nieto Castillo, director general del instituto.

HIPÓTESIS DE UN RECHAZO Cuenta Puga en su columna Piedra de Toque, que a Yenny Charrez, Blanca Rugarcía e Ixchel Yglesias  las quisieron premiar incluyéndolas en el top 500 de la tlaxcalidad mujeril; mas habrían rechazado el honor “cuando la agenda de protección a la mujer tiene tantos pendientes”. Además, por “no prestarse a la manipulación política”. Sin tiempo para exquisiteces ni para engordar a nadie. ¿A nadie exactamente?

La idea fue posiblemente de los comunicadores de Alfonso Sánchez García, tan propagandistas ellos; aunque no cabe descartar al propio alcalde capitalino. Las críticas en redes tienen sentido, dado por decir el estado de los pavimentos de la ciudad medio milenaria. El rechazo, no. ¿Fue mera pose, más autopropaganda? ¿Por qué habrán rechazado las guerreras de la ideología de género el top municipal de la alcaldía morenista?

¿Pensaron acaso que dañaría su perfil igualitarista? Se puede ser buen revolucionario antisemita, como Noroña, y aceptar un reconocimiento; lo demostró una que no se llama Yenni ni apellida Rugarcía Yglesias, sino Rigoberta Menchú Tum, al recibir el Nobel en 1992… y el Premio Odebrecht en 2014. Ergo, más verosímil es que juegan el juego de la grilla al no hacerle gordo el caldo al precandidato Ponchito. Pregunta obligada: ¿Para contento de cuál otro aspirante o aspiranta? ¡Ké kosas!