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La comunicación mediática una forma de poder
El artículo de esta semana tiene toda la intención de apartarse del convencimiento “propio” de algunos medios de comunicación, por el contrario desea que usted ponga en duda todo aquello que llega a sus ojos a manera de información.
No es nada nuevo afirmar que todos los seres humanos tenemos derecho a pensar libremente y que nuestros pensamientos no estén condicionados por lo que otros dicen, contradictoriamente hoy en día vivimos, en un mundo invadido por el descomunal “poder mediático” de los medios de comunicación. Dice la creencia popular que fue Paul Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, dijo que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. No existe ninguna constancia que lo expresara exactamente de esa manera, aunque en varios de sus escritos y discursos habla de la forma de mantener siempre un solo concepto, difundirlo y repetirlo constantemente. Lo cierto es que este método, llevado adelante a través de los medios de comunicación masivos, ha resultado sumamente efectivo.
Su poder radica en que constituyen un sistema de persuasión y de educación continua, que es capaz de cambiar los sistemas de valores y la apreciación del mundo de la gente. Los cambios que nos proponen tienen que ver con “institucionalizar “socialmente los valores del sistema que promueven, y darnos una forma de apreciar la realidad que esté determinada por esos valores. Su objetivo está definido por algo que ya hemos escrito antes: La mejor forma de dominación es hacer que los dominados vean el mundo con los ojos de los dominadores.
Las cadenas corporativas de medios repiten sistemáticamente juicios, criterios y formas de actuar que son “validadas” por ellos mismos y su propia repetición. Lo más curioso es que estamos viviendo una época cada vez más clara de decadencia del sistema socio–político–cultural imperante. Y esto se refleja también en los procesos que describimos. En principio la repetición de “nuevas verdades” se intenta –para maximizar su credibilidad– partiendo desde situaciones cercanas a lo real. Inclusive los nuevos juicios y valores tradicionalmente son proporcionados a través de un proceso progresivo. Sin embargo la velocidad de los cambios, los derrumbes estrepitosos, las situaciones de crisis, están obligando a intentar cambiar las visiones de la gente demasiado rápidamente y hacia propuestas que se han vuelto cada vez más disparatadas y sin medida.
Así funcionan las cosas, en la medida que el sistema parece derrumbarse, las monstruosidades y la barbarie aumentan, con la misma medida aumenta la necesidad de justificarlas. Estamos llegando así a utilizar los medios de comunicación para transmitir sucesos y visiones cada vez más delirantes y bizarras.
En definitiva, la buena noticia parece ser que si los medios continúan en este camino de haber perdido toda medida sobre la visión que intentan imponer, lo más probable (y creemos que ya está sucediendo) es que el resultado se manifieste en una pérdida de credibilidad creciente en sus mensajes transmitidos, que los está despojando de su poder hipnótico sobre las grandes masas del planeta.
Usted tiene la última palabra, sea pues consciente de la información que recibe, contrástela con todo a su alrededor , solo entonces estaremos en condiciones de orillar a los medios de comunicación a conducirse de manera más veraz.