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El presidente Donald Trump describió en su red Truth Social al presidente de Colombia, Gustavo Petro, como un narcotraficante, al anunciar este domingo la cancelación parcial del apoyo que el gobierno de USA tiene pactado con la nación sudamericana.
“Es un capo (ilegal drugs lider) que fomenta fuertemente la producción masiva de drogas, grandes y pequeñas, en toda Colombia. Se ha convertido en el negocio más grande de Colombia con diferencia; y Petro no hace nada para detenerlo, a pesar de los pagos y subsidios a gran escala de EE. UU…”, posteó Trump.

Petro respondió en Twitter. “Trump está engañado de sus logias y asesores. El mayor enemigo que tuvo el narcotráfico en Colombia, fue en el siglo XXI, el que le descubrió sus relaciones con el poder político de Colombia. Ese fui yo.”

El incidente arroja gasolina a la región, bajo fuerte presión desde agosto cuando la armada de USA puso cerco en el Caribe al régimen del dictador Nicolás Maduro, miembro como Petro del Foro de Sao Paulo (hoy Foro Puebla), por la cabeza del cual ha ofrecido el gobierno Trump una recompensa récor de 50 millones de dólares.
ANTECEDENTES Y CONTEXTOS
Gustavo Petro fue líder de la guerrilla colombiana M-19 desmovilizada en 1990 merced a un acuerdo con el gobierno de Colombia. A lo largo de dos décadas, el M-19 protagonizó conjuntamente con las FARC y el ELN la época más oscura de violencia política y criminal que azoto al país.A la fecha, la frontera amazónica de Colombia con Venezuela es base de operaciones de las FARC y el ELN, dos guerrillas comunistas de orientación marxista-leninista surgidas en 1964, bajo influencia de la revolución cubana.

A partir de la década siguiente, al fin de financiarse ambos grupos -considerados narcoterroristas por gran número de países, exceptuados los miembros del Foro Puebla- montaron al amparo de la selva una industria del secuestro y sendas redes de laboratorios clandestinos para procesar cocaína en base a la hoja de coca.
En 2024, durante una conferencia en el Palacio de Minería de la CDMx, Gustavo Preto se refirió a la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, como a “una colaboradora y militante” del M-19. El bloque del Foro México incluye además al Chile de Bóric y el Brasil de Lula.

Aunque gracias a los Acuerdos de La Habana, firmados en 2016 a iniciativa de Barack Obama, se considera a las FARC desmovilizadas, en los hechos nunca dejó de operar. Dichos acuerdos perdonaron a los líderes guerrilleros sus graves delitos a cambio del compromiso de dejar las armas, y además les entregaron diez curules, a perpetuidad y sin pasar por las urnas, en la Cámara de Representantes y el Senado.

Esto llegó a su fin dos años después, cuando en 2018 la DEA grabó al diputado Seuxis Pausias Hernández (a) “Santrich”, un negociador de los acuerdos, vendiendo 10 toneladas de cocaína a un agente encubierto. Fue detenido, pero lo liberó semanas después por la Corte Suprema de Colombia legando que debía seguir su proceso en libertad hasta en tanto hubiera mayores pruebas. Meses después, “Santrich” escapó de nuevo hacia la selva. También en 2019 otro guerrillero amnistiado que rechazó el cargo de senador, se reintegró a la guerrilla FARC (llamada por mla prensa y el gobierno “disidencia de las FARC)
