Como Para Presumir /Ramón Pérez-Maura (España)

Cuesta creer la capacidad de mentir que tiene este Gobierno.

Mañana se rendirá tributo civil a las víctimas de la pandemia ante el Palacio Real de Madrid. El Gobierno, que se ha saltado el protocolo invitando en lugar de hacerlo el Rey, no ha tenido a bien aclarar cuántas son las víctimas a las que se homenajea. Porque a pesar de que el Dr. Simón diga que da igual algún muerto más o menos, la realidad es que estamos hablando de muchos miles más de muertos que los que reconoce Salvador Illa.

Llegaremos a este homenaje sin ningún reconocimiento de errores ni petición de perdón por parte del Gobierno de la nación, que decretó un Estado de Alarma y asumió todos los poderes para acabar echando las culpas a aquellos a los que había desposeído de sus competencias.

Pero la cosa no acaba ahí. Sánchez y su gente han sacado pecho diciendo que lo han hecho mejor que nadie. Con un par. Pero resulta que se acaba de publicar el Informe Anual sobre Desarrollo Sostenible que elabora la Universidad de Cambridge y que este año se centra en «Los objetivos de desarrollo sostenible y Covid-19». Eso del «desarrollo sostenible» es algo de lo que le encanta presumir a los miembros de la coalición que nos gobierna.

El informe tiene más de 500 páginas, pero no hace falta profundizar tanto. En la página 20 aparece un gráfico que califica la actuación de los 33 países miembros de la OCDE frente al Coronavirus. Sobre una puntuación en la que el 1 es la nota máxima, encabeza la clasificación Corea del Sur con 0,9 puntos. Grecia logra 0,71. Hungría obtiene 0,68. Israel 0,64. Polonia 0,63. Portugal 0,55… Y ¿quién queda el último de los 33 países miembros de la OCDE con 0,39 puntos? Lo habrán adivinado: España.

Por si sirve para despejar alguna duda, los británicos de Cambridge no han hecho esta clasificación con intereses nacionalistas o para descalificar países del sur. Atribuyen al Gobierno de Boris Johnson una puntuación de 0,43 lo que le sitúa en antepenúltimo lugar sólo por delante de España y Bélgica.

La clasificación se ha hecho por cinco indicadores que incluyen tasa de contagio, el grado de control de la expansión de la pandemia, tasa de reducción de los positivos, reducción de la movilidad -que en España e Italia fue peor que en ningún otro país y aún así estuvieron en el máximo de fallecidos- y número de muertos por cada millón de habitantes. Éste último referente se midió según las cifras oficiales facilitadas por los gobiernos entre el 4 de marzo y el 12 de mayo. Bélgica, que contabilizó también los muertos sospechosos de ser víctimas de Covid-19, alcanzó los 761,55 por millón. España, que dejó fuera de la contabilidad unos 15.000 muertos sumó 575,26. Para que se hagan una idea, la gestión del desastroso Trump dejaba en Estados Unidos 246,98 por millón. Y aunque la cifra se haya incrementado en los últimos dos meses, sigue siendo inferior a la de España.

Pero nuestras televisiones, las que no daban una sola imagen de féretros y nos llenaban las pantallas de aplausos sin parar, nos han enseñado múltiples fosas comunes en Estados Unidos con un mensaje muy evidente: fíjense lo mal que lo están haciendo allí y lo bien que lo hemos hecho aquí.

Como supongo que nadie acusará a la Universidad de Cambridge de sectaria ni de ser un antro de fascistas, conviene que se conozca la evaluación que ha hecho de la gestión de la pandemia en España: somos los peores.

Y ahórrese el émulo de Marlon Brando darnos explicaciones. Puede seguir dedicándose a promover su propia carrera política.

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Como para presumir / Ramón Pérez-Maura, ABC (España), Julio 14