contacto@codigotlaxcala.com
2461205398 / 2461217662
Vivir la libertad para avanzar
La sociedad existe para servicio del hombre y el hombre no puede realizarse plenamente si no sirve a la sociedad. El individualismo es lo contrario a la convivencia en solidaridad. La libertad no existe para hacer lo que se quiera, sino para conducirse con responsabilidad y elegir con sabiduría y prudencia los compromisos que se quieren asumir en la vida, los cuales debemos elegir bajo el criterio de los valores más altos y acordes con la dignidad de ser humano.
En otras palabras, el hombre nace libre para aprender a hacerse dueño de sí mismo y siéndolo sea capaz de darse a los otros. Por ello, por encima de la conveniencia de vivir en sociedad, el ser humano debe encontrar en ella las condiciones que impulsen el desarrollo de su libertad, pero con responsabilidad, con respeto de la dignidad y derechos de sus semejantes, mas también con una actitud activa, de participar y contribuir al bien común. Sin embargo, la realidad es otra.
La pobreza ancestral de nuestro país no es fundamentalmente material, sino espiritual y, por tanto, cultural. Somos ricos por una gran herencia de nuestros antepasados, pero no la hemos hecho nuestra, no hemos sido congruentes con ella, no la hemos puesto a trabajar. Nos hemos dejado llevar por las influencias negativas de la misma y por otras ajenas a ella.
La contracultura de la simulación; de la apariencia; de la falta de respeto a la ley; del individualismo egoísta; del paternalismo y su contraparte complementaria de dependencia; nos corroe y no permite nuestro despegue como nación, nos separa en bandos irreconciliables incapaces de diálogo constructivo, de consensos y de acuerdos. Necesitamos rectificar, cambiar para bien dentro del gobierno y de la sociedad, dentro de los partidos políticos y los organismos privados; en los sindicatos; en la empresa y en la escuela; en la familia; en los medios de comunicación.
Vivamos la libertad que nos da la democracia que nos hemos dado a pesar de tantos tropiezos, para conquistar más libertad y más democracia, pero con madurez, con responsabilidad social, con compromiso por el bien común.
Revisemos nuestra herencia cultural, vivamos con coherencia los valores, construyamos y reforcemos nuevos valores e instituciones. Invirtamos nuestros talentos, muchos o pocos en bien de Tlaxcala, de nuestro México, viendo siempre hacia el futuro.
El progreso de hoy en adelante, será mejor o peor, dependiendo de nuestra conducta diaria, dependiendo si lo ajustamos a nuestro ideal, si lo cultivamos en el día a día, o lo perdemos en la rutina, en la desilusión o la desesperanza.
El debate principal es bajo qué creencias queremos proseguir nuestra existencia como estado, como nación. Si sólo concebimos nuestro futuro bajo claves de división, de enfrentamiento, de estancamiento y desperdicio de lo que hemos recibido o si creeremos que somos capaces de grandes cosas juntos y para el bien de todos.